"Nada hay más fácil o patético que ser un crítico", comentó Trump durante un discurso en la ceremonia de graduación de la Universidad Liberty, un centro cristiano ubicado en Lynchburg (Virginia), y agregó que el futuro "pertenece a los soñadores".
"Tomen la palabra 'imposible' como nada más que motivación. Disfruten la oportunidad de ser un 'outsider'", pidió a los estudiantes Trump, quien no abordó en su intervención la crisis abierta esta semana por su decisión de despedir de manera fulminante al director del FBI, James Comey.
Como un "outsider", sin ninguna experiencia política previa, se impuso Trump el año pasado a sus rivales por la candidatura presidencial republicana y ganó después contra todo pronóstico las elecciones, y hoy enfatizó que son aquellos ajenos al sistema, como él, los que "cambian el mundo".
"No necesitamos una lección de (la clase política de) Washington sobre cómo vivir nuestras vidas", remarcó también Trump durante su discurso, el primero que da como presidente en una ceremonia de graduación universitaria.
El mandatario animó a los recién graduados a "no rendirse" y "no dejar de pelear nunca por lo que uno cree", y a "siempre tener el coraje" de ser uno mismo.
En Estados Unidos "no adoramos al Gobierno, adoramos a Dios", afirmó Trump ante los estudiantes de la universidad cristiana, a quienes prometió que, mientras él sea presidente, nadie les podrá impedir que "practiquen su fe o prediquen lo que está en sus corazones".
Esta semana Trump firmó precisamente una orden ejecutiva para relajar los límites a la actividad política de iglesias y otras organizaciones religiosas.