Trump ha sacado pecho, llegando a hablar, muy a su estilo de realidades paralelas, de victoria histórica, pese al triunfo de los demócratas en la Cámara de Representantes.

"Nuestra vigorosa campaña ha frenado la marea demócrata. La historia dirá el buen trabajo que hemos hecho", señala.

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"Creo que podríamos tener una relación hermosa entre los dos partidos", añade. Pero el tono conciliador se le ha acabado cuando se han mencionado las investigaciones pendientes y las que puedan promover los demócratas.

Además, ha sacado directamente las uñas cuando le han preguntado por la caravana de migrantes: "Es una invasión. Dejadme a mí gobernar".

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Con un duro enganchón, otro más, con la CNN, que se ha extendido a otros medios que le repreguntaban: "Vosotros sois el enemigo del pueblo".

El presidente ha llegado a acusarles, a los periodistas y a todo el que no apoye sus medidas de 'seguridad', de querer "desatar el crimen".