La primera denunciante de Brett Kavanaugh va a relatar ante el Senado una sórdida noche de abusos a manos del "último hombre de Trump para el Supremo" y su mejor amigo del instituto. La encerraron a empujones, cuenta, en una habitación con música a todo trapo.
''Iban notablemente borrachos. Creí que Kavanaugh me iba a violar. Intenté pedir ayuda. Cuando lo hice, puso sus manos en mi boca para acallar mis gritos. Esto fue lo que más me aterrorizó. Apenas podía respirar y pensé que me iba a acabar matando, accidentalmente'', relata Brett Kavanaugh.
Una experiencia que "la ha perseguido de por vida", dice esta mujer, hoy psicóloga y profesora universitaria. Él admite "pecados de juventud" y haber sido un borracho impenitente. Mas sigue negando los abusos.
Pero la dureza del testimonio de la Dra. Christine Blasey Ford -y que a Kavanaugh se le acumulan las denuncias, ya van tres y la última habla de violaciones en grupo con ese mismo amigo- han hecho que hasta Trump "module" su discurso.
Donald Trump podría replantearse su nominación como candidato al Supremo. Aunque, especialista en decir una cosa y la contraria, sigue defendiéndole. Y aprovechando para arremeter contra el movimiento #MeToo "muy peligroso", ha dicho a los reporteros, para el país y los hombres poderosos.