Para unos era un héroe y para otros un traidor. Se trata de Maxim Kuzminov,el piloto ruso de 28 años que ha muerto a tiros en Alicante . La misma historia se está contando de forma muy distinta en los dos lados de la frontera que separa Ucrania de Rusia. Solo coinciden en el algo: el caso de Kuzminov está muy presente en los informativos, tanto del país del que huyó, como en el que se refugió
De hecho, no hay televisión rusa o ucraniana que no haya hablado de él. Aunque ya desde que desertara el pasado agosto, el caso Kuzminov se contó a través de dos enfoques muy dispares. "Me llamo Maxim Kuzminov Germanovich, soy piloto de helicóptero", decía el joven cuando llegó a Ucrania en verano.
Por un lado, la versión ucraniana lo consideraba un héroe y desde los medios de comunicación relataban sus andanzas. "Voló a una baja altitud, de entre 5 y 10 metros con su radio silenciada", detalla una periodista. Mientras que otro presentador contaba el efecto llamada que provocó la deserción de Kuzminov entre los efectivos rusos: "Más de 25.000 soldados rusos han solicitado la rendición después de que el piloto ruso Maxim Kuzminov volara en helicóptero M18 a Ucrania".
Por otro lado, estaba el enfoque ruso, en el que acusaban al piloto de haber sido sobornado por "los servicios especiales ucranianos con 500.000 euros". Incluso, lo calificaban de "traidor",
Ahora está sucediendo lo mismo con su asesinato, mientras que desde Moscú se asegura que Kuzminov "secuestró un helicóptero militar ruso", desde Kyiv afirman que el joven "cruzó al lado ucraniano llevando un helicóptero M18 con un montón de secretos".
Una misma historia y dos relatos distintos. Unos lo usan para motivar y otros lo aprovechan para atemorizar.