"La pasada noche el dueño de Red Hen en Lexington, Virginia, me dijo que me fuera porque trabajaba para @POTUS (sigla de Presidente de EE.UU., en inglés) y me fui corteémente", explicó Sanders. "Sus acciones dicen más sobre él que sobre mí. Siempre hago todo lo que puedo para tratar de una forma respetuosa a todo el mundo, incluyendo a aquellos con los que no estoy de acuerdo, y continuaré haciéndolo", añadió.
El incidente se convirtió en un tema muy popular en las redes sociales debido a una entrada que escribió en Facebook Jaike Foley-Schultz, que dice ser uno de los camareros del restaurante. Foley-Schultz escribió: "acabo de atender a Sarah Huckabee Sanders por un total de dos minutos, antes de que mi jefe le echara a ella y a siete miembros de su familia".
El comentario fue reproducido en redes sociales por diferentes organizaciones sociales, incluido el grupo ecologista Clean Virginia, y acabó desatando una batalla entre partidarios y detractores de Sanders en la página de Facebook del establecimiento y de Yelp, una web destinada a calificar a los restaurantes.
Además, Sanders recibió el apoyo de algunos miembros del Ejecutivo, como la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, quien dijo en su cuenta de Twitter: "Sarah, eres una mujer de primera clase. Siento muchísimo que fueras tratada de esa forma".
Sanders, uno de los rostros más conocidos del Gobierno, no ha sido la única en sufrir esta semana un incidente en un restaurante. El martes, la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kirstjen Nielsen, llevaba una hora cenando en el restaurante mexicano MXDC, a dos cuadras de la Casa Blanca, cuando varias personas entraron al grito de "¡qué vergüenza!" y "¡acaba con la separación familiar!". Ese episodio fue grabado en vídeo y las imágenes se hicieron virales en las redes sociales.