La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una dura advertencia: la relajación de las medidas para contener la transmisión del coronavirus puede provocar que en enero se produzcan entre cuatro y cinco veces más muertes por COVID-19 que las que se registraron en abril, en el peor momento de la pandemia.

El director regional de la entidad para Europa, Hans Henri P. Kluge, ha recordado que están aumentando el número de casos diarios, la presión hospitalaria y que coronavirus ya se ha convertido en la quinta causa principal de muertes, alcanzando la cifra de 1.000 fallecidos la día.

Además, ha comentado que Europa ya ha registrado la mayor incidencia semanal de casos de coronavirus desde el inicio de la pandemia, con casi 700.000 casos notificados. "Los casos confirmados ahora han superado los 7 millones, pasando de 6 a 7 millones de casos en solo 10 días. Durante el fin de semana, se alcanzaron nuevos récord con totales diarios que superaron los 120 000 casos por primera vez, tanto el 9 como el 10 de octubre", ha detallado.

En este sentido, Kluge ha reconocido que la situación es diferente a la que se registró a mediados del mes de marzo, ya que se detectan el doble o el triple de casos y hay hasta cinco veces menos muertes. Sin embargo, ha insistido en que el "virus no ha cambiado", ni se ha vuelto "más o menos peligroso".

"El rebote de la curva epidemiológica es mucho mayor, pero la pendiente es menor y menos fatal por ahora, si bien tiene el potencial de empeorar drásticamente si la enfermedad se propaga de nuevo a cohortes de mayor edad después de tener más contactos sociales en interiores", ha dicho, para asegurar que las proyecciones de los modelos epidemiológicos "no son optimistas".

La OMS rechaza un confinamiento como el de marzo

El director regional de la OMS para Europa ha recordado que eluso de mascarillas, al menos por el 95% de la población; junto al distanciamiento social, y controles estrictos en las reuniones sociales, pueden salvar hasta 281.000 vidas antes del próximo día 1 febrero en los 53 estados miembros de la Región Europea de la OMS.

"Estas proyecciones no hacen más que confirmar lo que siempre dijimos: la pandemia no revertirá su curso por sí sola, pero lo haremos. Las medidas se están endureciendo en muchos países de Europa, y esto es bueno porque son absolutamente necesarias. Son respuestas adecuadas y necesarias a lo que nos dicen los datos: la transmisión y las fuentes de contaminación ocurren en los hogares y lugares públicos cerrados, y dentro de las comunidades que no cumplen con las medidas de autoprotección", ha sentenciado.

Por otra parte, Kluge ha rechazado un confinamiento como el de marzo, aconsejando una escalada "gradual y proporcionada" de las medidas restrictivas y con una duración "limitada". "Medidas en las que todos estamos comprometidos como individuos y como sociedad para minimizar los daños colaterales a nuestra salud, nuestra economía y nuestra sociedad", ha argumentado, para recordar que "cualquier decisión de endurecimiento a nivel nacional debe considerar tanto los riesgos directos como los daños colaterales asociados con la pandemia".

Finalmente, ha abogado por cuidar la salud mental de la población, mantener los servicios sociales en funcionamiento, abrir los colegios, prevenir y tratar otras enfermedades como las cardiovasculares o el cáncer, cuidar a los profesionales sanitarios y monitorear los datos del Covid-19, entre otras medidas