Un grupo de personas han arrojado pintura blanca sobre la fachada del Teatro de La Scala de Milán en el día de la "prima" (en el que se inaugura su temporada lírica), con numerosos rostros conocidos de la cultura y las instituciones italianas y europeas entre los espectadores, en un acto dereivindicación ecologista.
Según los medios italianos, la Policía ha detenido a cinco activistas de la organización Última Generación que arrojaron la pintura y que llevaban carteles donde se leía: "Última generación, no gas y no carbón".
Inmediatamente después, empezaron las tareas de limpieza de la fachada para que todo esté listo para comenzar la "prima" con la ópera rusa: "Boris Godunov", la adaptación lírica que el compositor ruso Modest Petrovic Musorgskij hizo de la obra de Aleksandr Pushkin.
El evento siempre reúne a lo más selecto de la política, el mundo empresarial y de la cultura y es sin duda una de las fechas marcadas en rojo en el calendario cultural del país.
Así, un año más volverá a estar presidido por el jefe del Estado, Sergio Mattarella, acompañado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von Der Leyen, y la primera ministra italiana, Giorgia Meloni.
Los activistas han señalado que "no se detendrán hasta que reciban respuestas del Gobierno sobre dos cuestiones: el desmantelamiento de las plantas de carbón para 2025 y el compromiso de dejar de construir centrales térmicas".
La Policía, que no ha tardado en intervenir, ha arrestado a todos los activistas, que han insistido en que el cumplimiento de sus demandas "es la única forma de garantizar el futuro de sus hijos".
La acción ha durado cerca de media hora y los presentes han sido trasladados a una comisaría para someterse a los controles pertinentes. "Hemos decidido manchar con pintura la fachada de La Scala para pedirle a los políticos que asisten al espectáculo de esta noche que intervengan y salven a la población", han aseverado, según ha recogido la agencia Adnkronos.
"En lugar de tomar las medidas necesarias para salvaguardar el futuro de Italia de la sequía y los desastres climáticos, la política cierra filas para disfrutar de un espectáculo que es solo para unos pocos, al igual que lo es la posibilidad de salvarse del desastre", han zanjado.
En Italia se han producido varios ataques a obras de arte por parte de los activistas ecologistas, como cuando pegaron sus manos al cristal que protege "La Primavera" de Sandro Botticelli en la sala de la Galería de los Uffizi en Florencia (centro de Italia). El último ataque se produjo hace algunas semanas, cuando también activistas en la lucha contra el cambio climático lanzaronocho kilos de harina sobre un coche diseñado por Andy Warhol en una exposición de Milán.