100 días
EEUU se contradice sobre las negociaciones de paz en Ucrania mientras a Trump se le acaba el tiempo para cumplir su promesa
Los detalles Donald Trump dijo que resolvería la guerra de Ucrania en 24 horas, luego amplió el plazo a 100 días, pero con el límite de ese plazo cerca, ni entre sus subordinados se aclaran sobre cómo está la situación.

Resumen IA supervisado
El panorama de las negociaciones de paz en Ucrania presenta una serie de contradicciones dentro de la administración de Donald Trump. Mientras que Marco Rubio sugiere que Estados Unidos podría abandonar las conversaciones si no hay compromiso por parte de Rusia y Ucrania, JD Vance se muestra optimista sobre posibles avances. Esta discrepancia refleja la complejidad de cumplir la promesa de Trump de acabar con la guerra en 24 horas, una afirmación que él mismo ha calificado de sarcástica tras no poder completarla y cuyo plazo se amplió a 100 días por su enviado especial Keith Kellogg.
* Resumen supervisado por periodistas.
Para Marco Rubio, levantarse de la mesa de negociaciones es una opción. Para JD Vance, hay conversaciones positivas para la paz. Y si entre el secretario de Estado de EEUU y el vicepresidente del país hay esta contradicción, es el claro síntoma de que para Donald Trump conseguir una paz en Ucrania se ha convertido de una promesa electoral que pretendía resolver con facilidad a un dolor de cabeza que parece no tener fin.
Estados Unidos está liderando las conversaciones para terminar con la guerra, pero los mensajes no dejan de ser contradictorios y un acuerdo de paz parece lejos de llegar. Esta mañana, Rubio ha advertido desde la capital de Francia, París, de que la Administración Donald Trump podría abandonar los esfuerzos por alcanzar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania si las partes involucradas no demuestran estar comprometidas.
Rubio, que en la víspera participó en reuniones sobre Ucrania con representantes de países europeos y también con enviados de Kyiv, ha recalcado que, tras estas conversaciones "positivas" ahora es turno de los ucranianos y rusos demostrar si la paz es factible. "Si no lo es, entonces seguiremos adelante con otra cosa", ha dicho.
En declaraciones a los medios de comunicación recogidas por la prensa estadounidense, Rubio ha advertido de que el Gobierno encabezado por Trump no va a continuar con los "esfuerzos" de paz durante "semanas o meses", animando así a Kyiv y Moscú a acelerar las conversaciones para ponerle fin a la guerra.
En cambio, esta posición contrasta con la transmitida por JD Vance este viernes por la tarde en Roma. El vicepresidente estadounidense, a su llegada para reunirse con la presidenta italiana Giorgia Meloni, ha asegurado ante los medios de comunicación que hablará con ella de la guerra de Ucrania y un posible acuerdo a la vista.
"Quiero poner al día a la primera ministra sobre algunas de las negociaciones entre Rusia y Ucrania, incluso en las últimas 24 horas, creemos que tenemos algunos aspectos interesantes de que informar. Dado que hay negociaciones, no las prejuzgaré, pero nos sentimos optimistas de que, con suerte, podremos poner fin a esta guerra tan brutal. Ya en el pasado hablamos de ello. No quiero decir nada, pero tenemos una sensación positiva" ha afirmado Vance.
Una contradicción que entra en conflicto con la gran promesa de Donald Trump: acabar con la guerra en 24 horas. Lo anunció a bombo y platillo cada vez que podía, pero ha chocado con la realidad. Tanto es así que su enviado especial para las negociaciones, Keith Kellogg, prefirió poner el plazo de 100 días e incluso bromeó con esa promesa del republicano: "¿Recuerdan que el presidente Trump dijo que terminaría la guerra en 24 horas? No dijimos qué día ni qué año".
Y, ya contra las cuerdas, cuando una periodista le pregunta por aquellas 24 horas de plazo, Trump reconoció hace pocos días que estaba siendo "un poco sarcástico" con ese pronóstico. No obstante, la promesa ya estaba hecha y el contador en marcha. Ya van 88 días como presidente y ni rastro de un alto el fuego.
Ni siquiera tiene claro de quién es la culpa de la demora. Un día es de Volodimir Zelenski, como se comprobó el día que recibió al presidente ucraniano en la Casa Blanca. En otros momentos, el señalado es Vladimir Putin.
Mientras tanto y en medio de la contradicción estadounidense, el Kremlin les ha respondido. Aseguran que sí ha habido avances, como el acuerdo para el alto el fuego sobre infraestructuras energéticas. Pero no deja de ser un acuerdo que nunca se ha ejecutado. Un acuerdo, sumado a las promesas de Trump, que no generan esperanza a los ucranianos que siguen sufriendo los ataque rusos sin visos de una paz cercana, por mucho que Estados Unidos fije plazos.