Mientras Israel toma el control del lado palestino del cruce de Rafah, fronteriza con Egipto y amenaza con ir más allá para conseguir la "destrucción de Hamás", Estados Unidos, uno de los principales aliados del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha optado por ponerse de lado en esta ofensiva y no presionar lo suficiente para parar la barbarie de Netanyahu.
Washington le había "dejado muy claro" a Netanyahu que no invadiera en Rafah y avisaron de que era imprescindible que tuviera un plan humanitario, pero como se ha visto este martes, Israel ha entrado con tanques israelíes destrozando todo lo que estaba en su camino y han terminado izando la bandera israelí, demostrando así su nueva muestra de violencia.
Estados Unidos ha insistido en que un acuerdo es lo mejor para todos y enseguida apostilla que Israel está "en todo su derecho" de destruir a los terroristas.
Pero esa ambivalencia de Estados Unidos viene de lejos. Según indican diferentes expertos a laSexta, ahora mismo pesa mucho el deseo de evitar una guerra mayor en Oriente Próximo tras los ataques cruzados con Irán, una gran potencia militar y con un programa nuclear sin aclarar.
Yago Rodríguez, de 'The political room' explica que "este es el precio por que no haya una escalada mucho más seria con Irán", por eso, dice, "todo esto se va a consentir". El economista y experto en geopolítica, Óscar Vara, ha comentado que "los EEUU no querían una guerra regional y le permitió decir a Netanyahu "vale, hacemos una réplica muy pequeña pero me desatáis las manos para el asunto de Rafah"".