Stands con los últimos modelos del fusil de asalto AR-15, decenas de pistolas semiautomáticas, vehículos estilo Humvee... es lo que se ha podido ver este fin de semana en la convención anual de la Asociación Nacional del Rifle, NRA por sus siglas en inglés, celebrada en Indianápolis, Indiana.
Pero, tal vez, el objeto más representativo de la exhibición eran las pistolas con la cara de Donald Trump. Un ejemplo de la simbiosis entre el expresidente y la NRA. Como acostumbra, Trump participó en el evento. Fue recibido por el CEO de la asociación sobre el escenario antes de lanzar su defensa a ultranza de las armas.
"Nuestro país ha estado repleto de armas durante siglos, y no se habló de masacres de escolares hasta alrededor del año 2000. Ahí fue cuando realmente comenzó, comenzaron a hablar de eso. Este no es un problema de armas, es un problema de salud mental, es un problema social, es un problema cultural, es un problema espiritual", dijo.
La cita atrajo también a otros potenciales candidatos republicanos para el 2024: Mike Pence también se subió al estrado y Ron DeSantis intervino en vídeo.
Algo que demuestra que, pese al paso del tiempo, la NRA, la defensa estricta de la segunda enmienda y la noción de que las armas son necesarias para proteger a los ciudadanos en un mundo cada vez más peligroso, se mantienen en el seno de la política republicana.
Otra imagen llamativa del evento: niños eligiendo su arma preferida, probando rifles, simulando que disparan. Mientras, en el exterior del centro de convenciones, un grupo de manifestantes tumbados en el suelo, simulando ser víctimas de un tiroteo, pedían más protección para los menores. Especialmente en las escuelas.
Para eso, Trump, también desveló su receta: armar a los profesores. En concreto, prometió subsidios para los profesores "que porten armas y se formen en su uso".
Mientras muchos descubrían las novedades de la temporada en materia de pistolas, el país ha vivido 326 incidentes con armas solo este fin de semana según la web Gun Violence Archive. Éstos han dejado 131 muertos y 314 heridos.
Uno de los más sobrecogedores, el de Alabama. Una fiesta de cumpleaños de una adolescente terminó a tiros: cuatro jóvenes han muerto y otros 28 están heridos. Uno de los fallecidos es el hermano mayor de la joven cumpleañera.
En Louisville, Kentucky, una tranquila tarde en el parque acabó con dos muertos y seis heridos. La misma ciudad que aún no se había recuperado de un tiroteo en una sucursal bancaria esa misma semana.