Julio Cañero, director del Instituto Franklin-UAH, explica que "con el Congreso, el Supremo y la Casa Blanca sería una presidencia imperial republicana".
Es lo que se vota, pero estas elecciones tienen una segunda lectura. "Lo que sí pueden marcar es la pauta de las elecciones de 2020. El partido Demócrata está diciendo que estas elecciones son Trump sí o Trump no. El partido Republicano también está asumiendo ese discurso", añade Cañero.
Un victoria demócrata les refuerza de cara a las próximas presidenciales y convertir las elecciones en un plebiscito sobre Trump les ayuda a llevar a los suyos a las urnas. Están más movilizados que nunca, sobre todo las mujeres y las minorías. No sólo los votantes, hay más candidatas que nunca y muchas más negras y latinas que se presentan.
Trump también ha polarizado el escenario. La izquierda se ha abierto paso en el partido Demócrata con varios candidatos en posiciones prácticamente socialdemócratas, casi insólito hasta ahora en Estados Unidos.
"El partido Demócrata se ha encontrado entre el populismo y el conservadurismo del partido Republicano y tiene que buscar su sitio. Quizá ese giro a la izquierda sea la solución", destaca Cañero.
Está por ver cómo influye la campaña del miedo al migrante de Trump. El discurso racista ya fue su fórmula del éxito y confía en repetir resultado.