Las calles de El Cairo se han convertido este domingo en el escenario de un espectacular desfile con 22 antiguas momias reales en un acto para poner de manifiesto la extraordinaria riqueza arqueológica del país.
El desfile es, en realidad, un traslado de las momias desde el Museo Egipcio de la icónica plaza de Tahrir, epicentro de la Primavera Árabe, a un nuevo museo en el área histórica de Al Fustat.
Las autoridades han cerrado las calles para el llamado "Desfile Dorado de los Faraones", 18 reyes y cuatro reinas trasladados en carromatos dorados bajo extraordinarias medidas de protección, cada uno de ellos con el nombre de los trasladados, informa el diario 'Al Ahram'.
Entre las momias, descubiertas originalmente en Luxor, se encuentra la de Ramsés II, uno de los más poderosos gobernantes de Egipto, en un evento que el presidente del país, Abdelfatá Al Sisi, describió como "único y extraordinario".
"Esta majestuosa escena es una nueva evidencia de la grandeza del pueblo egipcio, el guardián de esta civilización única que se remonta a la profundidad de la historia", ha añadido Al Sisi en redes sociales.
"Invito a todos los egipcios y al mundo entero a seguir este evento inigualable, que evoca el espíritu de los grandes antepasados que preservaron la patria y crearon una civilización de la que toda la Humanidad se enorgullece, para seguir el camino que hemos iniciado: el camino de construcción y humanidad", agregó el mandatario.
Así, y tras un recorrido de 45 minutos, la guardia egipcia realizó un saludo ceremonial de 21 armas a la llegada de las momias reales al nuevo Museo de la Civilización Egipcia en Al Fustat, el nombre de la primera capital islámica de Egipto.