El Ejército y Parlamento israelíes han reconocido a las familias LGTBI, un avance en un país en el que no existe el matrimonio civil, aunque sí se reconocen los enlaces civiles realizados en el extranjero, también entre personas del mismo sexo.
La decisión del Ejército israelí ha quedado reflejada en los formularios de reclutamiento que, después de muchas peticiones, ya no solicitarán el nombre del padre y la madre sino que requerirán los datos del "progenitor 1" y "progenitor 2", según informó la radio militar.
La Knéset (Parlamento), también anunció tras la formación de la nueva Cámara esta semana que dará el mismo reconocimiento a las familias de diputados heterosexuales y homosexuales, lo que afecta a cinco parlamentarios gays de un total de 120, una cifra récord hasta ahora, según recogió el diario 'Ynet'.
Este cambio afecta a un formulario en el que se pedía a los diputados que informaran de si tienen pareja de hecho, pero solo se refería como unidad familiar a la compuesta por marido y mujer, ante lo que se negó uno de los parlamentarios de la formación opositora Azul y Blanco, Eitan Ginzburg, casado con un hombre.
De acuerdo con las nuevas instrucciones dadas por el director general de la Knéset, Albert Sajarovij, todos los cónyuges de los diputados, independientemente de su orientación sexual, serán registrados igual, tendrán acceso permanente a la Cámara, serán invitados a las ceremonias y eventos oficiales y podrán conducir los vehículos asignados a los parlamentarios.
En Israel no existe el matrimonio no religioso, pero las autoridades reconocen los enlaces civiles celebrados fuera, incluidos los homosexuales.
Tel Aviv es considerada una de las ciudades más abiertas del mundo para la comunidad gay, pero en el resto del país, especialmente en la conservadora Jerusalén y en otras ciudades de mayoría religiosa (musulmana, judía o cristiana), la sociedad es más intolerante con la comunidad LGTBI, hasta el punto de que en Jerusalén el desfile del Orgullo se desarrolla con extrema protección policial.