La crisis humanitaria en Yemen eleva a veinte millones el número de personas en situación de inseguridad alimentaria severa según el último análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF). Esto equivale al 70% de la población total del país.
Este informe, elaborado en conjunto por la FAO, Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y socios humanitarios, ha sido difundido por el Gobierno Yemení para alertar de la gravedad de la situación.
De todos os afectados, el 33% se encuentra en fase de emergencia y el 34% en fase de crisis."Miles de niños yemeníes podrían morir de desnutrición severa si las condiciones, incluyendo el conflicto y la crisis económica, no mejoran pronto", ha querido apuntar la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.
Los más pequeños son quienes se llevan las peores consecuencias: cerca de 1,8 millones de niños sufren desnutrición aguda y cada día unos 400.000 se enfrentan a la desnutrición aguda grave. Además, cada año mueren 30.000 niños por malnutrición y cada 10 minutos por enfermedades que se pueden prevenir fácilmente.
"Lo que el CIF nos dice es alarmante. El 70% de toda la población sufre inseguridad alimentaria. Al menos un cuarto millón de personas apenas sobreviven", ha asegurado Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU para el Yemen.
La pérdida de medios de subsistencia e ingresos y la subida del precio de los productos básicos a causa del conflicto interno que azota el país desde hace más de tres años, son factores que contribuyen a la reducción de la capacidad de las familias para comprar alimentos.
Pero la falta de alimentos no es el único problema: el acceso al agua potable se ha convertido en uno de los mayores desafíos y la escasez de un saneamiento adecuado ha aumentado el riesgo de contagio de enfermedades infecciosas.