El acuerdo con España sobre Gibraltar supone un alivio para el Gobierno británico. El desbloqueo de la situación permitirá que se pueda aprobar en Bruselas el acuerdo para el Brexit, algo que ha celebrado el ministro de Hacienda, Philip Hammond, que considera que es mejor el acuerdo al que se ha llegado que permanecer en la Unión Europea.
Sin embargo las críticas no han tardado en llegar por parte del Partido Unionista Norirlandés. Su líder, Arlene Fuster, ha instado a May a tirar a la basura el acuerdo y hacer uno mejor para el Reino Unido.
La primera Ministra parece haber conseguido la aprobación de los 27. Ya se ha reunido con Juncker para perfilar los últimos asuntos para que Bruselas de luz verde al Brexit. Pero ahora se enfrentará a su propio Parlamento que ha criticado duramente los preacuerdos.
En Westminster cuenta con los votos en contra de toda la oposición y también de 80 diputados de su propio partido. La primera ministra británica centrará sus esfuerzos en los próximos días en conseguir el apoyo, al menos, de los propios conservadores. De no conseguir ese respaldo May podría verse abocada a convocar nuevas elecciones o un segundo referéndum. Los medios británicos hablan ya de una rendición.