Su gesto refleja que acaba de perder el pulso con la Policía. En un piso en la localidad donde se crio, ahí ha sido detenido después de tres meses de fuga. Redoine Faïd se camuflaba bajo un burka para pisar la calle y no levantar sospechas.
"La vigilancia realizada a un joven que vive en Creil demostró que llevaba en su vehículo a una persona vestida con un burka cuya apariencia sugería que podía ser un hombre", ha dicho François Molins, fiscal de París.
Esa sugerencia precipitó su detención, además fueron arrestadas otras cuatro personas: un hermano, dos sobrinos y una mujer. El fugitivo más buscado estaba preparado. En el momento de su arresto tenía un revolver cargado a mano. Además, en el piso han encontrado un arma semiautomática, dos burkas y pelucas.
50 agentes le seguían la pista tras su fuga el 1 de julio de prisión. Un comando armado que secuestró un helicóptero lo liberó. Tres semanas después se zafó de otra persecución policial al norte de París y a la tercera ha caído, sin posibilidad de huir, el considerado 'enemigo público número uno' de Francia.