Lula da Silva salió de prisión tras un año y siete meses encarcelado en la sureña ciudad de Curitiba, beneficiado por un fallo de la Corte Suprema de Brasil, que consideró inconstitucional la prisión de una persona condenada solo en segunda instancia, como es el caso de Lula.
Con un ajustado resultado de seis votos a cinco, el máximo tribunal concluyó un complejo juicio y alteró una jurisprudencia de 2016 -que permitía el ingreso en la cárcel de un condenado en segunda instancia- al determinar que una pena de prisión sólo podrá ejecutarse cuando acabe todo el proceso de apelaciones.
Tras conocer el dictamen de la corte, que podría beneficiar a unos 5.000 presos, los abogados de Lula solicitaron su inmediata excarcelación y el expresidente, de 74 años, finalmente dejó la cárcel aclamado como un hombre libre 580 días después de entrar en prisión. Recibió el abrazo de su familia, sus amigos más cercanos, pero también el apoyo de sus seguidores incondicionales, a los que dedicó sus primeras palabras: "No saben lo que significa para mí estar aquí con ustedes".
"A este país le iría mejor con un gobierno que no mienta tanto en Twitter como hace Bolsonaro"
Durante sus 19 meses de cautiverio han estado a las puertas del centro de detención, una vigilia permanente por turnos para darle los buenos días al despertar y desearle buenas noches antes de dormir. "Sentíamos que estábamos encarcelados junto a él en la celda", ha expresado una mujer. Ese sentimiento lo comparte el propio Lula, que ha asegurado que "no encarcelaron a un hombre", sino que "quisieron matar una idea y las ideas no se matan".
Su liberación supone un auténtico terremoto. Aunque no podrá presentarse mientras siga condenado por corrupción, él, de momento, deja claro que estará frente a Bolsonaro: "A este país le iría mejor con un gobierno que no mienta tanto en Twitter como hace Bolsonaro".
Dirigentes de izquierdas celebran su libertad
Varios dirigentes de izquierdas de todo el mundo han celebrado su puesta en libertad. Mensaje especial del expresidente uruguayo: "Brasil y América recuperan a alguien que todavía sigue siendo un símbolo"
Ahora Lula promete seguir peleando para demostrar su inocencia. A los 74 años, su espíritu de lucha permanece intacto.