Después de casi dos décadas en suspenso, el Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, reanudará las ejecuciones en casos federales a finales de año.
Si bien la pena capital fue restituida por el Tribunal Supremo en 1976, solo se aplicaba en algunos estados conservadores como Alabama o Misisipi, pero a nivel federal no se aplica desde 2003.
La medida vuelve, dicen, con el objetivo de traer justicia a las víctimas de crímenes horribles. Por el momento ya se ha programado la ejecución de cinco condenados por asesinato, tortura y violación de niños y ancianos.