Donald Trump está en su primera semana de vacaciones, pero ya ha logrado revolucionar medio mundo. Desde su descanso estival dispara continuamente a diestro y siniestro contra Corea del Norte. En un intercambio verbal que alcanza escalas de tensión sin precedentes, él advierte ante posibles movimientos de Pyongyang: "La respuesta será fuego, furia y un poder que el Mundo nunca ha visto antes".
Precisamente, la respuesta de los coreanos tampoco se hizo esperar. Amenazan con bombardear la Isla de Guam, la importante base militar de Washington en el Pacífico. Pero el presidente de Estados Unidos no se amilana, y señala con contundencia. "Se van a meter en problemas como pocos países han estado nunca en este mundo", asegura Trump.
El dirigente norteamericano no se contiene, y precisa en sus amenazas al país de Kim Jong-Un: "Si le pasa algo a Guam, habrá un gran, gran problema en Corea del Norte". En la isla, de momento, ya tienen instrucciones sobre cómo actuar en caso de ataque, y realizan misas en honor a la paz, por lo que pudiera pasar. Pero no es el único cabo suelto que tiene actualmente el presidente de EEUU.
Mientras, desde el mismo campo de golf, Trump ha tenido tiempo de sacudir la otra punta del mundo: "No descartamos una opción militar. Tenemos muchas opciones para Venezuela".
Una opción que ha desatado la furia del hijo de Maduro, que le ha espetado: "Soluciones sus problemas, señor Trump". Y ha ido más allá en su contraataque verbal: "Los fusiles llegarían a Nueva York, tomaríamos la Casa Blanca, porque hasta Vietnam quedaría pequeño, como dirían mis antecesores".
La indignación por la salida de tono del presidente ha llegado a países vecinos. "Están buscando una intervención militar. Qué vergüenza", ha señalado Evo Morales, presidente de Bolivia. Trump ya ha anunciado que va a dar una gran rueda de prensa en Washington, aunque al presidente todavía le quedarán ocho días de vacaciones.