El acto central del aniversario se celebró en el Parque de la Paz de esta ciudad del oeste de Japón, ubicado cerca del hipocentro de la devastadora explosión nuclear, y comenzó con un minuto de silencio a las 8.15 hora local.
Esa fue la hora exacta en la que el B-29 Enola Gay de las Fuerzas Aéreas estadounidenses lanzó el 6 agosto de 1945 el "Little Boy", el nombre con el que Estados Unidos bautizó al primer artefacto nuclear de la historia.
Tras el minuto de silencio, el alcalde de la ciudad, Kazumi Matsui, pidió a todos los líderes mundiales que respalden el tratado adoptado por 122 miembros de Naciones Unidas a principios de mes para prohibir las armas nucleares, el primero de este tipo a nivel global.
"Es el momento de que todos los gobiernos luchen para avanzar hacia un mundo libre de armas nucleares", afirmó Matsui, quien pidió en particular al Ejecutivo de Japón "que manifieste el pacifismo establecido por su Constitución" y "haga todo lo posible por facilitar la adopción global" del pacto.
Dicho acuerdo fue aprobado por cerca de dos tercios de los países de la ONU, aunque se mantuvieron al margen todas las potencias atómicas y muchos de sus aliados, Japón entre ellos, lo que pone en duda el éxito de la iniciativa.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, evitó mencionar directamente al tratado durante su intervención, aunque destacó la necesidad de que tanto las potencias nucleares como el resto de países "se impliquen para lograr un mundo verdaderamente libre de armas atómicas".
La ceremonia contó con la participación de representantes de unos 80 países y de la Unión Europea, entre ellos potencias nucleares como Reino Unido, Francia, Estados Unidos o Rusia. La subsecretaria general de las Naciones Unidas y alta representante para el desarme, la japonesa Izumi Nakamitsu, afirmó que los supervivientes al bombardeo atómico de Hiroshima "envían un mensaje heroico al mundo y un recuerdo de los devastadores efectos de estas armas", en un mensaje leído en nombre del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Los ataques atómicos sobre ambas ciudades japonesas han sido los únicos de este tipo ejecutados hasta la fecha. En marzo pasado el número total de "hibakusha" o supervivientes de los bombardeos nucleares en Hiroshima y Nagasaki era de 164.621, comparado con los 372.264 que había en 1980, y su edad media era de 81,41 años.