El papa Francisco ha dedicado su mensaje de Pascua del Domingo de Resurrección a todos aquellos que se están viendo afectados por el coronavirus, durante una atípica misa quese ha celebrado sin fieles en el interior de la basílica de San Pedro.
Tampoco se ha asomado al balcón, como suele ser habitual, ya que la plaza está cerrada al público debido a las medidas de emergencia ante la pandemia. Así, tras la misa, el pontífice ha dedicado su mensaje de Pascua a este "desafío histórico".
El papa que ha rogado "a quienes tienen responsabilidades políticas a trabajar activamente en favor del bien común de los ciudadanos, proporcionando los medios e instrumentos necesarios para permitir que todos puedan tener una vida digna y favorecer, cuando las circunstancias lo permitan, la reanudación de las habituales actividades cotidianas".
"Este no es el tiempo de la indiferencia, porque el mundo entero está sufriendo y tiene que estar unido para afrontar la pandemia", ha recalcado en su mensaje.
También ha instado a la solidaridad en Europa, para lo que ha pedido que se relajen las sanciones internacionales de los países afectados y se reduzca, o incluso condone, la deuda que pesa en los presupuestos de aquellos más pobres."Es muy urgente, sobre todo en las circunstancias actuales, que las rivalidades no recobren fuerza, sino que todos se reconozcan parte de una única familia y se sostengan mutuamente".
"Hoy, la Unión Europea se encuentra frente a un desafío histórico, del que dependerá no sólo su futuro, sino el del mundo entero. Que no pierda la ocasión para demostrar, una vez más, la solidaridad, incluso recurriendo a soluciones innovadoras", ha expresado.
Esta es, según ha señalado Francisco, "la única alternativa al egoísmo de los intereses particulares y a la tentación de volver al pasado, con el riesgo de poner a dura prueba la convivencia pacífica y el desarrollo de las próximas generaciones".
Llamamiento al alto al fuego global
El papa Francisco ha reiterado su llamamiento para que se produzca "un alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo", como ha pedido el secretario general de la ONU, Antonio Gueterres.
"No es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas", ha indicado.