El papa Francisco sufrió un golpe en la ceja y el pómulo izquierdo al intentar saludar a un niño durante el recorrido en el papamóvil por el barrio cartagenero de San Francisco.
El pontífice se golpeó con el cristal del vehículo y una gota de sangre le manchó la esclavina. El comandante de la Gendarmería Vaticana, Doménico Giani, le hizo una cura y Francisco siguió con sus actividades en Cartagena de Indias. "El papa está bien, se golpeó con el cristal del papamóvil, tiene un golpe encima de la ceja y en el pómulo y se le ha aplicado hielo", dijo el portavoz vaticano, Greg Burke.
Después de la cura y de saludar a algunos fieles, Francisco abordó de nuevo el papamóvil para dirigirse a la iglesia de san Pedro Claver, en el centro histórico de Cartagena, donde orará ante las reliquias del jesuita español del siglo XVII y rezará el Ángelus.
Posteriormente, restó importancia e incluso bromeó sobre lo sucedido con el preocupado público y los periodistas presentes. "Me di una puñada, estoy bien", dijo el pontífice a un periodista de Caracol Radio al salir de la casa de Lorenza, una humilde mujer a la que visitó en el barrio San Francisco de la urbe caribeña, según se ve en un vídeo de esa emisora.