El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha recogido en el ayuntamiento de Oslo el Nobel de la Paz, que dedicó a su país y a las víctimas del conflicto armado, ovacionadas durante la ceremonia, porque la paz es del pueblo y debe construirse "entre todos", dijo.
"La guerra que causó tanto sufrimiento y angustia a nuestra población, a lo largo y ancho de nuestro bello país, ha terminado", dijo Santos, quien saludó el fin de "una pesadilla" de más de medio siglo que sólo generó "dolor, miseria y atraso".
En su discurso se acordó sobre todo de los "más de 8 millones de víctimas y desplazados" y "más de 220.000 mujeres, hombres y niños que, para nuestra vergüenza, han sido asesinados".
Santos, premiado por sus "esfuerzos decididos" para acabar con la guerra, afirmó que Colombia ha hecho "posible lo imposible" y que el Nobel fue un "regalo caído del cielo", como "el viento de popa que nos impulsó para llegar a nuestro destino: ¡el puerto de la paz!".