En la cubierta del Sea Watch, ya en aguas italianas, 42 migrantes y tripulación han desafiado las prohibiciones de Salvini después de que éste asegurara que "el Sea Watch no desembarcará en Italia. Puede quedarse ahí hasta Navidad o año nuevo".
Desoyendo las órdenes de los agentes italianos han seguido su camino hasta colocarse frente al puerto de Lampedusa. "Las autoridades italianas acaban de subir a bordo, espero que se lleven pronto a los migrantes rescatados pronto", comentaba una de los tripulantes mientras grababa la escena.
Pero la respuesta de Salvini era la misma: "Están ahí de manera ilegal, de forma piratesca y delincuencial". El ministro no acepta acoger a los migrantes traídos por una ONG alemana en un barco holandés. Solo los dejará desembarcar si otros países se hacen cargo de ellos.
Para el Sea Watch y su capitana tiene otros planes: "Que la capitana sea arrestada y el barco sea incautado". Un riesgo que la capitana está dispuesta a correr para salvar las vidas de los migrantes.