113 barcos españoles que faenan en caladeros británicos. Tras el 'Brexit' su actividad podría desaparecer si no se pactan nuevas reglas en la pesca.
Los caladeros británicos suponen el 50% de las aguas de pesca comunitarias. "¿Qué va a pasar? Eso es lo que queremos saber todos. Queremos que no cambien demasiado las cosas, que el status quo siga igual", apunta Hugo Domínguez, de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo
Actualmente, en el caladero atlántico nordeste, perteneciente a Reino Unido, la flota pesquera española captura, de media, un total de 9.000 toneladas de especies al año. Principalmente: bacalao, merluza, gallo y rape. Pero no somos los únicos, Bélgica, Países Bajos e Irlanda también pescan allí.
"Esas flotas, si se les expulsa de ahí van a tener que ir a otras zonas y se produciría un overbooking", explica Luis Francisco Marín, de la Asociación de Pesca de Altura Ondarroa.
A partir del 1 de febrero, cuando formalmente Reino Unido se marcha de la Unión Europea, se inicia un proceso de negociación de las zonas y cuotas de pesca que debería llegar a su fin en el mes de junio.
Los pescadores gallegos no solo podrían dejar de pescar frente a las costas británicas, también podrían perder el caladero de las Malvinas, en el Atlántico sur.
El sector pesquero español sigue al detalle cada capítulo del 'Brexit'. Más de 10.000 puestos de trabajo dependen del nuevo acuerdo entre Londres y Bruselas.