Un koala que había sufrido graves quemaduras por culpa de un incendio forestal en Port Macquarie (Australia) pudo ser rescatado de las llamas por una mujer que arriesgó su propia vida para ponerle a salvo.
La mujer, Toni Doherty, no dudó en quitarse su propia camisa y envolver con ella al koala, al que luego echó agua por encima para aliviarle las quemaduras. A continuación, lo envolvió en una manta y lo trasladó al hospital.
Toni, que ha apodado al pequeño animal 'Lewis', en honor a uno de sus nietos, le ha visitado en el hospital, según recoge el medio australiano '9 News'. Allí le están administrando antibióticos, puesto que tiene las patas completamente quemadas y quemaduras en el pecho y el estómago.
Según fuentes del hospital al citado medio, el animal sigue grave y las probabilidades de que sobreviva son aproximadamente del 50%.
Si sale adelante, Lewis será uno de los supervivientes de los incendios que han acabando con la vida de cerca de la mitad de los koalas que vivían en la reserva de Nueva Gales del Sur, según estimaciones realizados el pasado viernes.
La presidenta del grupo Koala Conservation Australia, Sue Ashton, calculó que unos 350 koalas que vivían en la Reserva Natural Lago Innes de Port Macquarie, en la ciudad costera, murieron en los incendios. La población total de la especie en la reserva era de entre 500 y 600, destacó.
Las llamas que comenzaron a finales de octubre, en un inicio temprano de la temporada de incendios, se extendieron hasta la reserva y destruyeron dos tercios de su hábitat.
Los veterinarios en el cercano Hospital de Koalas de Port Macquarie, donde está ingresado Lewis, han estado cuidando koalas rescatados, vendando sus heridas y alimentándolos con hojas de eucalipto y fórmula.
"Buscamos señales de dolor, como dientes que rechinan o ansiedad, y les damos los cuidados básicos día a día", indicó la jefa del grupo de cuidadores, Amanda Gordon. "A veces los koalas parecen estar realmente bien. Sus patas pueden estar sanando pero si está pasando algo que no podemos ver, no hay mucho que podamos hacer", explicó, agregando que algunos de los problemas de salud de los marsupiales pueden ser difíciles de detectar.
Los koalas son marsupiales endémicos en Australia y están clasificados como una especie "vulnerable" debido al crecimiento de la urbanización, la destrucción de sus hábitats naturales, los ataques de perros, los accidentes de tráfico, los incendios y la transmisión de clamidia.
El año pasado, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en su sede en Australia, alertó que quedan apenas unos 20.000 koalas en Nueva Gales del Sur y que podrían extinguirse en 2050, en gran parte debido a la "tala excesiva de árboles para la agricultura".
La Australia Koala Foundation estima que actualmente existen entre 43.000 y 100.000 koalas en libertad en el país y pide que se eleve su clasificación a "especie en peligro crítico de extinción".