El reportero Ricardo García Vilanova ha sido testigo directo de cómo es el día y la noche de las tropas gubernamentales libias, en combate permanente contra las milicias del general Haftar por hacerse con el control del país.
Ahora mismo, ambos bandos ocupan una extensión más o menos similar en Libia, pero todo puede cambiar (y mucho) con la llegada de nuevos actores en el conflicto como Rusia, que ya lleva meses en el terreno aliada con el mariscal Haftar "utilizando fundamentalmente mercenarios y francotiradores", indica Jesús Núñez, del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria.
De momento, las tropas gubernamentales resisten. "Han traído consigo soldados rusos y emiratíes, pero nosotros tenemos a Alá de nuestra parte", afirma un soldado del Gobierno libio.
Sin embargo, todo apunta a que en los próximos meses recibirán algo más que ayuda divina. "Aumentaremos nuestro apoyo militar a Libia por tierra, mar y aire", declaró Erdogan, presidente de Turquía.
Así, Rusia y Turquía, grandes aliados en el pasado, ocuparán bandos opuestos en este convulso tablero geopolítico en el hay muchos más jugadores, como "Catar o Arabia Saudí, que también buscan con esa implicación sacar ventaja de esa Libia totalmente desestructurada", manifiesta Jesús Núñez. Intentan sacar rédito de un país que se desangra.