La presidencia estadounidense continúa en el aire con un resultado muy ajustado. El candidato demócrata cuenta con 220 votos mientras que Donald Trump se sitúa en los 213 con algunos estados clave todavía por escrutar. Algunos de ellos, incluso, han anunciado que no dispondrán de resultados hasta el próximo viernes.
Queda mucha noche electoral por delante, pero los nervios y el miedo empiezan a acechar a Joe Biden. Lejos quedan ahora las encuestas -la gran mayoría- que vaticinaban el triunfo de los demócratas sobre los republicanos en estas convulsas y decisivas elecciones de EEUU. Ahora, frente al torrente de datos y de estimaciones de voto que van perdiendo fuelle, el líder llamado a cambiar el rumbo político en el país observa con pavor cómo está recortándole distancias el actual presidente de EEUU.
Porque si algo están demostrando los comicios estadounidenses de 2020 es que el resultado va a ser aún más ajustado de lo que apuntaban las últimas encuestas. No sólo eso: la primera fase del recuento está favoreciendo a Trump, que además se ha llevado varios de los estados clave al terreno republicano: Florida, Ohio y Texas.
Precisamente, si el candidato republicano se impone en Florida, como de momento apuntan los datos (gana con un margen del 4% con el 94% escrutado), las posibilidades de que volviera a convertirse en presidente pasarían del 10% al 33%, según recoge la web de estadísticas 'FiveThirtyEight'. En otro de los estados clave, Ohio -territorio que predice tradicionalmente quién será el nuevo líder noterteamericano-, Trump también ha superado a Biden con más del 74% escrutado.
En este sentido, cabe destacar que ningún republicano en la historia de Estados Unidos ha llegado a la Casa Blanca sin ganar Ohio, por lo que se podría decir que el presidente no va mal encaminado. Por Ohio, y también por Carolina del Norte, otro de esos 'estado bisagra' que, con un 95% de los votos da, de momento, una victoria ajustadísima para el líder republicano.
Biden vence de momento en otros de los estados clave: Arizona (distanciándose en casi un 10% de Trump con el 73% escrutado) y Minnesota (saca más de diez puntos con el 92% del escrutinio realizado), pero no en Texas, con el 86% escrutado (aquí, Trump le saca seis puntos al candidato demócrata), ni en Iowa (el presidente gana con un estrecho 50% sobre Biden con el 73% escrutado), ni en Georgia (Trump saca a Biden casi diez puntos con el 75%).
Michigan, Wisconsin y Pennsylvania, tres de los estados clave para acceder a la Casa Blanca, no anunciarán sus resultados electorales a lo largo de este miércoles por el voto por correo. Es más, puede que incluso hasta el viernes no se den a conocer. Si bien, por el momento se desmarca Trump aunque con un resultado muy ajustado.
¿Sigue teniendo Biden posibilidades de ganar? Está por ver, porque son muchos los votos que quedan aún por escrutar, tantos como expertos que insisten en esperar al final del conteo para dar por vencedor a uno de los candidatos. Cabe recordar que los estudios de opinión estimaban una victoria de Biden con una ventaja de 6,7% en intención de voto respecto a Trump.
Pero cualquier cosa puede pasar en las siguientes horas y durante los días siguientes. Hay que recordar que podríamos no conocer esta noche al ganador de las elecciones. La razón radica en lo diferente y complejo que es el sistema electoral de EEUU en comparación a otros, como el español. Si aquí se lleva a cabo una votación de tipo popular, allí el mecanismo es diferente.
Se reparten 538 votos electorales por todo el país, y esos votos se distribuyen en proporción al número de personas que vive en cada estado. Por ejemplo, California, tiene 55 votos electorales, Texas 38 o Carolina del Norte 15. Por tanto, la victoria de los candidatos depende mucho del territorio en el que triunfen. Por eso, en Estados Unidos no gana quien más votos tiene, sino quien los tiene mejor repartidos en todo el país.
A ello se suman otros factores, como la hora del cierre de los colegios electorales, distinta según el estado, o la propia duración del conteo, que podría extenderse hasta semanas. La ley federal de EEUU recoge que los condados tienen hasta el 8 de diciembre para contar las papeletas y resolver disputas, aunque no en todos los estados funciona así la ley: algunos tienen fechas límite más tempranas.