Los resultados aún parciales conocidos este lunes de las elecciones polacas del domingo confirman una victoria sin mayoría absoluta del gubernamental Ley y Justicia (PiS) y un fuerte ascenso de la oposición, lo que puede dar lugar a un pacto múltiple para echar del poder a los ultraconservadores.
A falta del 20 % de los votos por escrutar, las proyecciones confirman una precaria victoria para Ley y Justicia y le adjudican 196 de los 430 escaños, muy lejos de los 231 que le proporcionarían la ansiada mayoría.
El resto de las formaciones, la liberal Plataforma Cívica (158 escaños); la coalición centrista Tercera Vía (61 diputados) y los progresistas de Izquierda (30) podrían aunar fuerzas para constituir una coalición de coaliciones (que en total englobaría a más de una docena de partidos) y destronar así al PiS, que ostenta el poder desde 2015.
Mención aparte merece el desplome de la propuesta ultranacionalista de Confederación, que con los 15 escaños que le adjudican las previsiones queda relegada a la irrelevancia política.
A pesar de haber obtenido más votos que ninguno de sus rivales, el PiS no cuenta con mucha capacidad de maniobra para establecer alianzas, pues su actitud beligerante durante toda la legislatura, con enfrentamientos y descalificaciones hacia prácticamente todo el espectro político han terminado por aislarle ideológicamente.
Por su parte, la Plataforma Cívica (PO), de la que Donald Tusk retomó las riendas hace un par de años, intentará aglutinar las voluntades y presentar una propuesta que, a falta de una sintonía ideológica, trabaje junta con el objetivo común de poner fin al Gobierno del PiS.
Los resultados definitivos, este martes
El portavoz de PO, Borys Budka, declaró este lunes a los medios polacos que solo tras conocerse los resultados definitivos, lo que está previsto para este martes, comenzará la ronda de negociaciones con sus posibles aliados.
Ante la previsible "caza de tránsfugas" que pueda desencadenarse desde el partido del Gobierno, el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, destacada figura de la PO, aseguró en la televisión polaca estar "convencido de que habrá intentos", pero descartó que pueda haber tantas deserciones como para "impedir un nuevo Gobierno".
El ministro de Educación, Przemyslaw Czarnek, advirtió que "la guerra está a punto de comenzar", en referencia a las maniobras con las que el PiS, del que forma parte, tentará a sus rivales para atraerlos a su órbita. Además, algunos expertos han apuntado el hecho de que una coalición tan heterogénea podría ser poco operativa y verse muy pronto envuelta en disputas centrífugas.
Cabe destacar que durante la legislatura que ahora termina se han producido más de una decena de defecciones y realineamientos de diputados, hasta el punto de que el PiS, que hace cuatro años ostentaba mayoría parlamentaria absoluta, cuatro años después la había perdido y dependía del apoyo incondicional de formaciones menores.
Así será el proceso tras los resultados
Una vez los resultados del escrutinio sean completos y oficiales, comenzará un proceso en el que el presidente de la República, Andrzej Duda, que ha favorecido al PiS en casi todas sus decisiones, tendrá en sus manos decisiones importantes que pueden condicionar el rumbo de los acontecimientos.
En primer lugar, Duda dispondrá de 30 días para convocar al nuevo Parlamento, un plazo contabilizado a partir del día de las elecciones; a continuación, se abrirá un período de dos semanas al término del cual el presidente designará al nuevo primer ministro, quien a su vez dispondrá de otros 14 días para superar un voto de confianza en la Cámara Baja.
Si el candidato no supera esa votación y no hay investidura, el Parlamento debatirá durante 14 días más para elegir a un nuevo candidato a jefe del Ejecutivo, y una vez lo haga, el elegido tendrá dos semanas para someterse a una nueva votación, que deberá superar por mayoría absoluta.
De no darse el caso, Duda disolverá el Parlamento y convocará nuevas elecciones antes de 45 días, con lo que podría llegarse a las complicadas fechas del fin de año. La afluencia de votantes, que ha rozado un histórico 73 %, ha provocado que en algunos puntos de votación las colas de varias horas retrasasen el cierre de colegios electorales.
La nutrida diáspora polaca, de la que saldrá más de medio millón de votos, también ha sufrido problemas por la falta de papeletas y fallos técnicos, y por ejemplo en seis comisiones electorales de España continúa el proceso electoral, ya que la ley concede el derecho a votar a todos aquellos que estuviesen a las puertas del punto de votación antes de la hora del cierre.