Un grupo de pescadores alertaron a las autoridades después de que una beluga con un arnés tuviese un extraño comportamiento frente a su navío, en la costa de la pequeña aldea de Inga, Noruega.
Los biólogos marinos del Servicio Marítimo de Pesca de Noruega analizaron al cetáceo y descubrieron que en los amarres del animal se podía leer "Equipo de San Petesburgo" en ruso; lo que unido a la tranquilidad del animal cuando había presencia humana levantó las sospechas de las autoridades noruegas.
Audun Rikardsen, profesor de la Universidad del Ártico de Noruega, ha asegurado a la emisora 'NRK' que las correas son realmente perjudiciales para estos animales y que por ello, no suelen utilizarse: "Sabemos que en Rusia ha tenido ballenas domesticadas en cautiverio y también que se han liberado algunas de ellas. Lo más probable es que sea la marina rusa en Murmansk".
"Solo podemos especular sobre cuál ha sido su uso, pero lo que está claro es que ha estado en cautiverio durante un largo período de tiempo porque estaba completamente domesticada. Hasta se dejaba acariciar", ha relatado el biólogo Jørgen Wiig.
Según el diario británico 'The Guardian', duran los años 80 la marina de la Rusia soviética reclutó delfines para el entrenamiento militar, con la finalidad de detectar armas, dada su buena memoria y su gran capacidad visual. Desde 1990 no existía este sistema, pero según 'Zvezda', la marina rusa estaba entrenando dichos mamíferos de nuevo.
Los científicos del Instituto de Biología marina de Murmansk están investigando si estos animales se podrían utilizar para "proteger las entradas a las bases navales" o para "ayudar a los buceadores".