El Etna, el volcán más activo del continente europeo, situado en la isla italiana de Sicilia, ha entrado en erupción tras registrarse 250 minierupciones en los últimos diez días.
El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) publicó el pasado viernes un informe en el que explicaba que entre el 19 de noviembre y el 1 de diciembre se habían contabilizado 250 erupciones de tipo "estromboliano" y una frecuencia "rítmica", intermitente.
Esta actividad es "del todo normal" para un volcán de "conducto abierto" como el Etna pero los expertos del INGV destacan en el documento que las erupciones se producen en tiempos "tan regulares" que parecen "marcados como un reloj suizo".
La serie analizada empezó con un "paroxismo" el 12 de noviembre pero el día 19 el volcán volvió a dar "señales de vida".
No obstante, durante los días sucesivos el Etna comenzó a registrar erupciones "a un ritmo particular", con periodos de entre 10 y 15 minutos de agitada actividad "estromboliana", es decir, explosiones violentas separadas por periodos de calma.
Mientras que a partir del 24 de noviembre, las erupciones se daban de media cada 70 minutos.
El INGV "supuso" como "plausible" que las breves y espectaculares erupciones del gran cono volcánico siciliano durante este periodo se deben "a la dinámica de aumento del magma" hacia la superficie.