El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido este jueves del riesgo de una nueva catástrofe nuclear que podría derivarse de la invasión rusa en Ucrania, donde se hallan varias centrales atómicas, objetivo de combates.
"No queremos un nuevo Chernóbil", dijo Erdogan en una declaración que leyó al término de su reunión trilateral en Leópolis con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Tras llegar al mediodía a la ciudad ucraniana, Erdogan se entrevistó primero con Zelenski, antes de reunirse ambos con Guterres, en un encuentro que duró unos 40 minutos, informa la agencia turca Anadolu.
Por su parte, el secretario general de la ONU pidió este jueves que no haya acciones militares en la central nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, y que haya un acuerdo para que sea utilizada como infraestructura civil y garantizar la seguridad de la zona.
"La instalación no debe ser utilizada como parte de ninguna operación militar. En cambio, se necesita con urgencia un acuerdo para restablecer Zaporiyia como infraestructura puramente civil y garantizar la seguridad de la zona", dijo.
Guterres aseguró que la secretaria general tiene la capacidad para apoyar cualquier misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en Zaporiyia, bajo la condición de que Rusia y Ucrania estén de acuerdo.
Zelenski pide desmilitarizar Zaporiyia
Volodímir Zelenski pidió este jueves a António Guterres que la organización garantice la desmilitarización de la planta nuclear de Zaporiyia, bajo control de tropas rusas, para evitar que allí se produzca una catástrofe.
Zelenski afirmó que el "terror deliberado" de las tropas rusas en esa instalación "puede tener consecuencias globales catastróficas para todo el mundo", según comunicó la oficina del presidente ucraniano.
Además, Zelenski dijo que la ONU "tiene que garantizar la seguridad de ese lugar estratégico, su desmilitarización y la completa liberación de las tropas rusas".