El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha afirmado que la muerte del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul fue resultado de "un asesinato planificado".
"El asesinato pudo haber ocurrido en el consulado, oficialmente territorio saudí, pero está en nuestro país. No puede ser ocultado por la inmunidad diplomática", declaró Erdogan.
Erdogan ha relatado en el Parlamento numerosos detalles revelados por la investigación turca, empezando con la llegada de un equipo saudí el día anterior al crimen, que inspeccionaba diferentes localidades de la región de Estambul para preparar el asesinato.