Abandonados en camas y contagiados por la pandemia, muchos ancianos están batallando contra la muerte en las residencias italianas.
Una cadena de televisión del país ha emitido un reportaje en el que una trabajadora de una residencia de Milán enseña a cámara cada una de las habitaciones de un centro en el que han muerto más de 100 ancianos por coronavirus.
Semanas después, muchas de las habitaciones no se han desinfectado y en otras, incluso, se sigue sin evacuar a zonas seguras a los ancianos supervivientes.
"Masacre": así es como ha definido la OMS lo ocurrido allí dentro, y en otras muchas residencias de Italia. "Hemos visto una masacre en las residencias de ancianos. Pido explicaciones al gobierno sobre cómo ha podido ocurrir", ha apuntado Rainieri Guerra, director adjunto de la Organización Mundial de la Salud.
Unas explicaciones que también reclaman familiares de las víctimas, que han tenido que afrontar que sus seres queridos hayan muerto solos y asimilar que, probablemente, nadie haya hecho nada por ellos.
Carla, una de las mujeres entrevistadas en el reportaje cuya madre ha muerto en una residencia italiana, se pregunta ahora si su progenitora hubiera muerto si no hubiera estado en una habitación junto a una persona positiva.
Desgraciadamente, su madre forma parte de una cifra que aún se desconoce, la de ancianos fallecidos en las residencias italianas, aunque se intuye muy alta.
Tanto la Policía como la magistratura están investigando las actuaciones en estos centros, no sólo por las posibles negligencias, sino también porque en muchas de ellas se habría alertado al personal de no usar protección para no alarmar a los ancianos.
Se investigan 600 de las más de 4.000 residencias del país
Las residencias de ancianos italianas se encuentran en el punto de mira por la gestión de la crisis del coronavirus después de que las autoridades italianas hayan decidido investigar a varias residencias sanitarias asistenciales (RSA) como las denominan en el país alpinode la región de Lombardía, la más afectada por la infección, por posible negligencia.
La OMS ha calificado lo sucedido en las residencias italianas como "la masacre de la RSA"
En todo el país hay 4.629 residencias, tanto públicas como privadas, donde viven 300.000 ancianos. Hasta ahora los carabineros han pasado a controla 601, de las cuales el 17 % (104) no cumplían con la normativa.
Con los últimos datos oficiales, el país registra 105.418 casos de coronavirus y 21.645 fallecimientos, mientras que 38.092 personas han superado la infección. Las muertes se han cebado especialmente con las personas mayores y un buen número de ellas se han producido en estas residencias, por lo que la magistratura han procedido a investigar si se han producido deficiencias en los sistemas de seguridad y prevención ante la pandemia como muchos familiares de víctimas han denunciado.
Según recogen medios italianos, incluso el propio personal de estos centros han comenzado a denunciar lo sucedido en los centros. En los registros se están incautando expedientes médicos de los fallecidos y otros documentos, como protocolos y directivas internas de los sistemas de seguridad o intercambio de información entre las estructuras y la administración regional, pero también archivos y ordenadores.
Situación grave
La investigación de los carabineros ha descrito una situación grave: carencias higiénicas, pocas figuras profesionales y a menudo inadecuadas para las necesidades de los pacientes, con exceso de ancianos en las residencias superando el límite previsto, lo que constituye un peligro para la salud.
Las autoridades investigan si el personal encargado de cuidar a estas personas mayores disponía de equipos de protección individual en todo momento, de mascarillas e incluso si se respetó la cuarentena y el aislamiento de las personas contagiadas con coronavirus respecto al resto de residentes sanos o si estos fueron expuestos a riesgo de infección por falta de la atención debida.
61 denuncias
Por el momento, 61 personas han sido denunciadas y las autoridades han impuesto sanciones a otras 157. Una de las residencias que está investigando la policía es la de Pio Albergo Trivulzio, en la que han muerto 150 ancianos con coronavirus -de un total de 1.000 residentes-, y su director general, Giuseppe Calicchio, se enfrenta a un supuesto delito de homicidio involuntario, publican los medios italianos.
La policía también investiga otros centros en la provincia de Milán como el Instituto Don Gnocchi, en el que ha muerto otro centenar de ancianos desde febrero, donde se encontraba ingresada la madre de Carla, la mujer que ha concedido la entrevista a la cadena de televisión La7.