Calles arrasadas y una ciudad irreconocible: este es el aspecto de Hiroshima después de ser atacada por la primera bomba atómica. Setenta y siete años después de Hiroshima y Nagasaki, tener un arma nuclear sigue siendo el deseo de muchos países, como es el caso de Irán. Su programa nuclear de 2022 de este país está creciendo en ambición y capacidad respecto al de 2015, según asegura Rafael Grossi, director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica.
Teherán anunció este martes que ya ha activado una centena de centrifugadoras de última generación para enriquecer uranio. Y lo ha hecho al 60%, un nivel próximo al de uso militar. Con este ritmo, Irán está a poco tiempo de enriquecer el uranio suficiente para crear una bomba nuclear, explica la analista de Asia-Pacífico para el Orden Mundial, Marta Nuevo Falguera.
Desde 2006, Corea del Norte ha sido la última nación en unirse al club de países con armas nucleares, lo que se traduce en unaamenaza nuclear muy peligrosa por la escasez de información. A pesar de ello, Rusia y Estados Unidos son, con mucha diferencia, los países con un mayor arsenal nuclear. Entre las dos tienen el 90% de las armas atómicas mundiales.
Después de décadas de desarme, la rivalidad entre ambos países amenaza con el desarrollo de nuevas armas. Algo que el resto de países que tienen armas nucleares usan de escusa para aumentar su potencial, señala la analista. Hasta el punto que Japón, el único país que ha sufrido un ataque nuclear, se plantea albergar armas nucleares estadounidenses.