La ministra de Finanzas de Escocia, Shona Robison, ha anunciado este martes recortes por valor de unos 500 millones de libras (593 millones de euros) debido a "enormes y crecientes" presiones económicas mientras el gobierno busca ahorrar en el actual año fiscal.

Durante una conferencia en el parlamento escocés, Robinson ha dicho que la nación histórica enfrenta costes adicionales de 800 millones de libras (949 millones de euros), impulsados por acuerdos salariales en el sector público, la "prolongada" austeridad impuesta por el parlamento británico de Westminster, la inflación, la pandemia de la Covid-19, el impacto del Brexit y la guerra en Ucrania.

Además de los recortes directos, el gobierno recurrirá a hasta 460 millones de libras (545 millones de euros) provenientes del arrendamiento de ScotWind, una subasta de terrenos submarinos para proyectos de energía eólica marina que anteriormente estaba destinado a abordar la crisis climática.

"No podemos ignorar los severos desafíos financieros que enfrentamos", ha dicho la ministra escocesa de Finanzas, que ha subrayado el compromiso del gobierno del Partido Nacional Escocés (SNP) por mantener un presupuesto equilibrado, como, a su juicio, hizo durante los 17 años que ha estado en el poder -mientras gobernaba gran parte de ese periodo el Partido Conservador en el Ejecutivo británico (central)-.

Sin embargo, un informe de la semana pasada de la Comisión Fiscal Escocesa (SFC, en inglés) concluyó que gran parte de la presión financiera sobre el erario público procede "de las propias decisiones del gobierno escocés".

El mes pasado Escocia introdujo restricciones de emergencia en todos los gastos "no esenciales", incluyendo una congelación en la contratación de personal público o medidas como la implementación de pagos de combustible invernales basados en ingresos, la reintroducción de tarifas máximas de tren o la eliminación del transporte gratuito en autobús para solicitantes de asilo, entre otras.

Robison ha destacado la necesidad de "maximizar la eficiencia" en los organismos públicos y extender la congelación de contrataciones a estos organismos, garantizando que los servicios esenciales como el NHS (sanidad británica), la policía y los bomberos puedan contratar al personal necesario.

Se espera ahorrar 60 millones de libras (71 millones de euros) mediante "controles de gasto de emergencia" en contratación, horas extras, viajes y marketing; otros 65 millones (77 millones de euros) con la redistribución de dinero previsto para otros proyectos y se recortarán 188 millones de libras (cerca de 223 millones de euros) en varios departamentos gubernamentales.

La portavoz de finanzas del Partido Conservador escocés, Liz Smith, ha respondido al anuncio de Shona Robison refiriéndose a que el "agujero negro" se debía a las propias decisiones del gobierno escocés, mientras el portavoz de finanzas del Partido Laborista, Michael Marra, culpó de los recortes a la "incompetencia del SNP". El anuncio de Robison llega un día antes de que el ministro principal escocés, el independentista John Swinney, revele su primer programa de gobierno, donde establecerá los objetivos políticos de su administración.