El Parlamento de Eslovaquia ha aprobado este jueves la abolición del ente público de radio y televisión RTVS y su sustitución por otra entidad, StaR, que estará sujeta al control gubernamental. La controvertida ley fue adoptada con el voto de los diputados de la coalición en el poder, formada por populistas y ultranacionalistas, mientras que la oposición al completo abandonó el pleno en señal de protesta.

La radiotelevisión pública ha sido acusada de informar de forma subjetiva y no independiente por parte del Gobierno del primer ministro Robert Fico. La legislación apunta al cierre de la Radio y Televisión de Eslovaquia (RTVS), que será reemplazada por la Televisión y Radio Eslovaca (STVR) en una maniobra del Ejecutivo de Fico para poder tomar un mayor control sobre el ente público.

El Parlamento eslovaco ha celebrado una sesión en la que tan solo han participado los miembros del partido de Gobierno y sus socios, mientras que la oposición no ha asistido. Así, la propuesta ha salido adelante con el apoyo total de los presentes en la Cámara. El Gobierno de Fico aprobó a finales de abril el cierre de la radiotelevisión pública en un controvertido proyecto que tenía que pasar todavía por el Parlamento, donde ya se preveía que su aprobación final no fuera más que un trámite.

Fico y la ministra de Cultura, Martina Simkovicova -impulsora de la medida- han criticado en reiteradas ocasiones a la dirección de la RTVS por supuesta parcialidad en su contra, e intentaron sin éxito destituir al director general del la cadena. La legislación eslovaca impidió aquella maniobra, pues el máximo responsable de la radiotelevisión pública fue elegido para un mandato hasta 2027. El Ejecutivo ha culminado así su proyecto para sortear esta situación al suprimir RTVS e impulsar la nueva STVR.

Más allá del cambio de nomenclatura, la ley recoge el nombramiento del director general de la radiotelevisión a través de un Consejo formado por varios miembros, tres de ellos seleccionados por el Ministerio de Cultura. También estipula la creación de un Consejo que supervise la programación.

"Es un ataque directo a la democracia"

"Es un ataque directo a la democracia", ha declarado un miembro de la oposición antes de abandonar la sala. La ley, que fue aprobada en un trámite de urgencia muy criticado por la oposición, fue respaldada por los 78 diputados gubernamentales que son la mayoría en el Consejo Nacional, de 150 escaños. Los empleados de RTVS protestaron con un paro laboral en la tarde de este jueves, la segunda huelga de celo convocada en la historia del ente público, que pese a ello siguió emitiendo algunos programas.

"Esta ley quita uno de los pilares de la democracia", ha señalado otro legislador, en alusión a la independencia de que gozaba hasta ahora RTVS respecto al Ejecutivo, ya que su presidente era elegido por el Parlamento. Al frente del nuevo ente, bautizado Televisión y Radio de Eslovaquia (StaR), habrá un consejo directivo de nueve miembros, cuatro de los cuales serán nombrados directamente por el ministerio de Cultura.

Otro diputado opositor se refirió a la influencia que han tenido las políticas con las que el primer ministro húngaro, el ultranacionalista Viktor Órban, ha limitado la libertad de prensa. Desde que fue anunciado el proyecto de ley, se han producido protestas masivas en las calles. El Ejecutivo encabezado por Robert Fico, un declarado admirador de Orbán, dice que el RTVS no cumple con su cometido de objetividad, respeto a la diversidad de opiniones, y promover el interés nacional, apoyando valores y tradiciones culturales del país.

Nada más subir al poder el pasado otoño, Fico ha declarado un embargo a varios medios privados (Markiza, Denník N, Sme, Aktuality.sk). También los reporteros de RTVS han sido censurados por miembros del Ejecutivo en ruedas de prensa.