España se ha comprometido a no desentenderse de los afganos y, tras haber finalizado este viernesla evacuación de 2.206 personas en ocho días, afronta con discreción una segunda fase, junto a otros Estados, para rescatar a quienes puedan seguir en peligro en un país sumido en el caos y la violencia bajo el control de los talibanes.
La llegada a Torrejón del embajador español en Afganistán, Gabriel Ferrán, junto a cuatro diplomáticos, 85 colaboradores afganos y sus familias, 20 policías y 82 militares, pone fin a una complicada y peligrosa operación que comenzó el jueves de la pasada semana en el aeropuerto de Kabul. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha dado la misión por "cumplida" y ha proclamado el "orgullo de país" en una rueda de prensa en la que ha asegurado que trabajarán "de manera discreta" para "seguir sacando" a los colaboradores afganos que no han podido dejar el país en uno de los 17 vuelos que han llegado a Torrejón en ocho días.
Esto significa que ya se trabaja en una segunda fase en colaboración con otros Estados socios, en la que será difícil contar con el aeropuerto de Kabul, según han indicado este viernes fuentes del Gobierno. Además, no se va a reconocer al Gobierno talibán, pero sí pueden establecerse contactos puntuales por motivos humanitarios para determinadas evacuaciones. El jefe del Ejecutivo ha reconocido este viernes el "fracaso" de la misión internacional en Afganistán, que ha abocado ahora a una "tragedia" de dimensiones muy relevantes para la estabilidad de una zona del mundo que es muy importante para Europa.
Y ha reiterado las "muchas dudas" sobre el papel jugado por Estados Unidos y la OTAN ante la decisión de la administración de Donald Trump y después de Joe Biden de abandonar el país asiático. La retirada traerá, ha advertido Sánchez, consecuencias desde el punto de vista geopolítico, de seguridad y de flujos migratorios, que pide "reconsiderar" y tratar en común. Para combatir el terrorismo y garantizar la seguridad dentro de las fronteras de Afganistán, España trabajará con los aliados y ha reclamado actuar en común e ir de la mano para dar una respuesta al pueblo afgano.
Más de 1.000 evacuados han sido trasladados ya a centros de acogida repartidos por casi todo el país
"Deberemos ocuparnos de los refugiados, de su futuro, y hacerlo unidos", ha dicho además Sánchez, poniendo el acento en otro de los retos que deja la crisis afgana, el de la acogida y la migración. A España han llegado sobre todo mujeres, el 47 %, y menores, otro 40 %. 1.671 de los 2.206 afganos rescatados son del contingente español. Al principio la cifra que se barajó era de menos de 800 evacuados. 1.717 han manifestado su intención de acogerse a alguna figura de protección internacional. Un total de 1.049 evacuados han sido trasladados ya a recursos de acogida del Estado distribuidos por gran parte del país.
Además, está previsto que el campamento de Torrejón siga funcionado otra semana más, hasta el traslado de los cerca de 500 personas que ahora ocupan sus instalaciones y los que están por llegar. En las bases de Rota (Cádiz) y Morón (Sevilla) seguirán llegando aviones en los próximos días. A Rota han llegado este viernes más de 800 evacuados, que permanecerán en la base hasta que Estados Unidos les proporcione un nuevo destino. Estas bases podrán acoger de forma temporal a hasta 4.000 personas en 15 días.
Su llegada ha estado acompañada de una ola de solidaridad, que ha desbordado a las asociaciones del municipio, las cuales en días han recogido más de 6.000 kilos de ropa y otros enseres. Desde Murcia, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha pedido "repensar la política exterior de España y dejar de hacer seguidismo a otros países para tener una estrategia autónoma basada en el multilateralismo y los derechos humanos". La también secretaria general de Podemos ha pedido que las personas que intenten ahora salir de Afganistán por sus propios medios tengan la posibilidad de pedir asilo en España, "especialmente mujeres y niñas".
Nuevas críticas desde la oposición
La crisis en Afganistán ha provocado además un nuevo choque entre el Gobierno y el Partido Popular. Tras las fuertes críticas hechas ayer por el presidente del PP, Pablo Casado, que defendió que la operación de Afganistán debió pasar por el Congreso, Sánchez ha dicho que se le "hace muy difícil comprender" el motivo por el que el PP ha arrojado dudas sobre un operativo elogiado por la comunidad internacional.
Este viernes los populares han suavizado sus reproches. Casado se ha limitado a reclamar a través de Twitter una estrategia coordinada por parte de las democracias occidentales para "evitar que se impulse el terrorismo yihadista" y su número dos, Teodoro García Egea, ha señalado que la "misión cumplida" es la de la "labor impecable" de militares y funcionarios. El que ha evitado polemizar ha sido el presidente andaluz, el popular Juanma Moreno Bonilla, quien ha apuntado que el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, le ha facilitado hasta ahora la información sobre Rota y Morón.