Tras años de aislamiento

España iniciará contactos con Siria mediante un enviado especial para definir las "líneas rojas"

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, destaca que esta medida es el primer paso hacia la normalización de las relaciones con Siria, en un contexto de diálogo para un "futuro pacífico" para el país.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, este jueves en Bruselas.

Esta semana, España ha dado un paso hacia la normalización de sus relaciones con Siria tras años de aislamiento internacional. El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha anunciado que un encargado de negocios y un enviado especial regresarán a Damasco en una primera toma de contacto. "Vamos a nombrar un enviado especial que va a reforzar nuestra embajada en Damasco", ha declarado Albares, subrayando que estos contactos iniciales buscan establecer "líneas rojas claras", con un enfoque en un "futuro pacífico" e inclusivo para el país.

El movimiento español se enmarca en una dinámica más amplia de reactivación diplomática en Siria. Francia y el Reino Unido también han comunicado su intención de reabrir embajadas en Damasco esta semana, mientras que la Unión Europea ha enviado a un alto representante para dialogar con el nuevo gobierno sirio. La alta representante de la UE, Kaja Kallas, ha afirmado: "Rusia e Irán no son vuestros amigos. Han abandonado al régimen de Asad, y es un mensaje muy claro".

Por otro lado, la situación en el terreno sigue siendo compleja. Rusia ha comenzado a evacuar parte de su personal diplomático, en un movimiento que muchos interpretan como un cambio de prioridades en su política exterior.

Mientras tanto, el enviado especial de la ONU para Siria, Geir Pederson, ha enfatizado la importancia de poner fin a las sanciones económicas internacionales para facilitar la reconstrucción del país. Pederson ha sostenido que "esperamos que las sanciones terminen pronto, para que podamos ver realmente una movilización para reconstruir Siria nuevamente".

Expertos como Ignacio Álvarez-Ossorio consideran que uno de los principales intereses de Occidente es facilitar el retorno de los millones de refugiados sirios que se encuentran en Europa y otros países vecinos.