Israel y la Yihad Islámica Palestina mantienen el alto el fuego que entró en vigor anoche para poner fin a tres días de intercambio de fuego con Gaza, sumida en una eterna crisis humanitaria mientras llora a los 45 muertos palestinos que ha causado esta nueva escalada.
Con la mediación de Egipto, las partes alcanzaron ayer una tregua que ha evitado una escalada bélica de mayores proporciones, aunque se trata de la más grave desde mayo de 2021, con un total de 45 muertos, entre ellos 15 menores, y 360 heridos, según cifras del Ministerio de Salud palestino.
"De esos quince niños, hay dos hermanos. Otros tres hermanos y otros cuatro que son primos. Quince son mujeres", ha explicado en Al Rojo Vivo Kayed Hammad, periodista gazatí.
Leen, en el hospital tras ser rescatada de entre los escombros de la casa de su abuelo, relata el infierno que vivió bajo los bombardeos israelíes. "Estaba rezando mis últimas oraciones, no esperaba vivir", asegura.
Israel, que apenas ha registrado 40 heridos leves, confirma que la Yihad Islámica lanzó 1.200 cohetes desde Gaza, aunque el 97% fueron interceptados por su sistema defensivo.
Una delegación egipcia se ha desplazado este lunes a la zona para supervisar el alto el fuego, que de momento ha implicado que Israel levante las restricciones de seguridad en las zonas colindantes a la franja, y la reapertura del cruce de Erez, que ha permitido la entrada de ayuda humanitaria y de combustible vital para la única planta eléctrica del enclave, donde desde el sábado solo funcionaba la corriente durante cuatro horas al día.
Relativa normalidad
Gaza retomaba hoy paulatinamente la normalidad en las primeras horas de alto el fuego con la reapertura de tiendas, bancos, escuelas e instituciones oficiales, mientras decenas de personas se agolparon en los hospitales para visitar a los heridos en la ofensiva de Israel. Además decenas de personas se acercaron a los velorios de los fallecidos, sobre todo a las casas de los dos principales comandantes militares del brazo armado de la Yihad Islámica, las Brigadas Al Quds, Taysir al Yabari y Khaled Mansur, asesinados en bombardeos israelíes.
Además de "neutralizar" a los dos altos mandos militares de la YIP, Israel atacó unos 160 objetivos del grupo, fundamentalmente militares como almacenes de armas o lanzaderas de cohetes, pero también incluyeron torres residenciales y áreas civiles, admitieron fuentes israelíes.
Daños en 1.500 viviendas
El movimiento islamista Hamás, que gobierna de facto Gaza desde 2007, ha informado este lunes de que los ataques aéreos israelíes destruyeron nueve edificios residenciales y causaron daños en 1.500 viviendas, además de dañar decenas de hectáreas de tierra agrícola.
"La agresión israelí produjo una verdadera emergencia en la Franja de Gaza a nivel humanitario y de servicios", ha indicado Hamás en un comunicado, en el que ha pedido una "intervención urgente" para paliar esa situación. Israel emprendió esta "ofensiva preventiva" contra la YIP a raíz de elevarse la tensión y la amenaza de represalias tras la detención la semana pasada en Cisjordania ocupada, en el campo de refugiados de Yenín, de un alto cargo del movimiento, Basem al Sadi. Su liberación forma parte del acuerdo de alto el fuego, según Egipto y la Yihad Islámica, aunque Israel lo niega. De hecho, la delegación egipcia está ultimando los detalles para la excarcelación "casi definitiva" de Sadi, y de otro líder de la YIP, Khalil al Awada, quien se encuentra en huelga de hambre, confirmaron a Efe fuentes egipcias.
Sin embargo, un ex-jefe de la Dirección de Inteligencia del Ejército israelí Tamir Hayman indicó que es improbable que Sadi sea liberado en los próximos días, lo que "la YIP considerará una traición y podría provocar nuevas tensiones en la frontera". Hayman consideró el resultado del "Operativo Amanecer" un "logro táctico" ante una amenaza concreta, aunque indicó que "no se ha solucionado ningún problema a nivel estratégico" y "es cuestión de tiempo" que estalle la violencia con las milicias de Gaza.