El Gobierno de Estados Unidosfrenó la semana pasada el envío a Israel de 3.500 bombas, preocupado por su posible uso en Rafah, la zona más meridional de Gaza, donde están más de un millón de desplazados de otras zonas del enclave palestino, según ha informado la 'CNN'.
El cargamento retenido incluye 1.800 bombas de 2.000 libras (907 kilos) de peso y 1.700 bombas de 500 libras (226 kilos), de acuerdo con la información facilitada al canal de noticias por un funcionario estadounidense no identificado. El informante trasladó a la citada cadena que la preocupación obedece sobre todo al uso final de las 1.800 bombas más pesadas y "el impacto que podrían tener en entornos urbanos densos como hemos visto en otras partes de Gaza".
Durante el fin de semana, la 'CNN' ya informó de que se había detenido un envío de municiones a Israel, pero el motivo no estaba claro.
El Gobierno estadounidense se ha pronunciado en varias ocasiones contra la anunciada invasión de Rafah y ha pedido un plan integral para proteger al más de un millón de civiles refugiados en esa ciudad con el fin de evitar una expansión del desastre humanitario que asola la Franja de Gaza a causa de la guerra declarada por Israel contra Hamás tras el ataque del 7 de octubre en territorio israelí.
Las fuerzas militares israelíes tomaron este martes el control del cruce fronterizo de Rafah con Egipto y cortaron el paso de personas y mercancías mientras seguían bombardeando la zona.
El portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Matt Miller, indicaba este martes que esas acciones militares por ahora parecen "una operación limitada", aunque hay que ver los pasos siguientes para saber su alcance. "Han dicho, creo que con bastante claridad, que no es ningún secreto que quieren llevar a cabo una operación militar importante allí. Hemos dejado claro que nos oponemos a tal operación", añadió.
Más de 34.700 personas han muerto y más de 78.000 han resultado heridas en Gaza desde que hace siete meses Israel declaró la guerra a Hamás a raíz del ataque por sorpresa en territorio israelí por parte de esa organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea. El ataque del 7 de octubre dejó unos 1.200 muertos y además Hamás tomó como rehenes a unas 250 personas, de las cuales se cree que siguen con vida y en su poder menos de 100.