La ofensiva israelí se ha extendido a El Líbano, país limítrofe con Israel, lugar donde en las últimas 48 horas las bombas han causado ya cerca de 500 muertos y más de 1.600 heridos con la excusa de alcanzar objetivos del grupo armado Hizbulá, afín a Hamas. Unos ataques que, al igual que llevamos viendo casi un año en Gaza, son seguidos minuto a minuto e incluso presenciados en directo.
Así ha pasado en Baalbek, al este de Beirut. Entre medias de los salvajes ataques de este lunes está el que sufrió un periodista en riguroso directo, y que ha trascendido horas después. El periodista libanés Fadi Boudia, director de la revista afín a Hizbulá Maraya International, estaba transmitiendo desde su casa el lunes cuando un misil destrozó su ventana durante un ataque de las fuerzas israelíes. En el vídeo, que peudes ver sobre estas líneas, se ve cómo el periodista se disponía a realizar una conexión, cuando una explosión le hace saltar hacia delante y desaparecer de la imagen. La emisión se corta de inmediato.
Se conoce poco de dicho ataque y del estado de salud del periodista, que resultó herido según medios locales. Además de este ataque, las cámaras han recogido numerosos bombardeos de los lanzados por el Éjercito israelí. El lunes por la mañana, Israel instó a la población libanesa a abandonar zonas del sur del país ante los inminentes bombardeos. Posteriormente, el Ejército israelí daba dos horas a los residentes del Valle de la Bekaa, al este, para evacuar las áreas cercanas a edificios utilizados por Hizbulá antes de lanzar nuevos ataques.
Además del medio centenar de muertos y los casi dos mil heridos, los ataques de Israel han provocado la huida de decenas de miles de personas, obligadas a salir de las zonas bombardeadas por Israel en Líbano, dejando imágenes de angustia y carreteras colapsadas. El miedo a "una guerra total" es ya una realidad en una zona en la tensión ha ido en aumento desde que comenzaron los ataques de Israel el 8 de octubre de 2023. De momento, Israel ha desplegado ya la ofensiva más mortífera en más de 30 años en el país mediterráneo, y no parece que vaya a ir a menos.