La situación es crítica en la planta de Azovstal, en Mariúpol, donde hay unos 500 heridos hacinados, sin medicinas ni recursos para tratarlos. El vídeo principal que acompaña a esta noticia muestra las imágenes de la angustia que se vive en el hospital de campaña que se ha montado en la planta, en la que, a la luz de las linternas y sin agua corriente, los ucranianos se ven incapaces de salvar la vida a los suyos.
"Están literalmente muriendo ante nuestros ojos", lamenta una mujer, mientras que un hombre cuenta que ha perdido "un dedo del pie, dos de las manos", y tiene "heridas profundas en las piernas". Mientras, dentro de la acería, algunos soldados todavía tienen fuerza para entonar su himno y lanzar un claro mensaje a los rusos: no se van a rendir. "La verdad está de nuestro lado, y la victoria será nuestra", asegura uno de ellos.
El Gobierno de Ucrania denuncia que los rusos están matando a soldados capturados, al tiempo que el asedio sobre la planta continúa. En la imagen de satélite que aparece en este vídeo, se puede ver el actual estado de la acería, ennegrecida tras las explosiones.
Por su parte, el Kremlin ha afirmado que se ha evacuado a 25 civiles de allí. Y en el resto de la ciudad, el Ministerio de Defensa ruso trata de ganarse la confianza de la gente repartiendo comida.
Sin embargo, unas imágenes difundidas por Kiev mostrarían que las tropas de Putin disparan todavía contra los edificios. "Mariúpol es un campo de concentración entre las ruinas", ha denunciado Zelenski.
Ante esta situación, decenas de mujeres han protestado en Kiev, pidiendo corredores humanitarios para rescatar a sus maridos, hijos y hermanos aún atrapados en Mariúpol.