La próxima semana los 27 estados miembros se reúnen para conocer el texto en profundidad y aportar cambios, aunque desde Bruselas esperan que no se modifique ni una coma, dada la dificultad en llegar a este texto consensuado.

En diciembre, antes de que el Parlamento británico cierre para Navidad, tiene que haber votación de todos los diputados británicos. Si la mayoría de Westminster rechaza el acuerdo, pueden pasar varias cosas: moción de confianza a May, elecciones generales e, incluso, segundo referéndum.

Estos supuestos conllevarían incumplir el artículo 50 que determina que la fecha del Brexit es el 29 de marzo.

No cumplir la fecha del 29 de marzo quiere decir que la salida del Reino Unido se haría sin acuerdo. También existe la posibilidad de llegar a un acuerdo 'in extremis' para aplazar la fecha y que haya una renegociación con Europa.

La oposición, por su parte, pide renegociar el acuerdo y, de momento, May ha conseguido frenar la sangría de dimisiones entre los suyos.