Ann Keen no olvida la crueldad innecesaria de las matronas y los médicos de una 'casa cuna' de Reino Unido en la que le hicieron dar a luz sin analgésicos. "Dijeron cosas como: 'Recordarás el dolor y luego no lo volverás a hacer'", recuerda la mujer, a quien le contaron que eso era un castigo por quedarse embarazada siendo adolescente, y la obligaron a entregar a su bebé en adopción. "Me dijeron que nunca lo volvería a ver", lamenta.
Pese a que ya han pasado 60 años, el trauma de esta experiencia nunca la ha abandonado. "(Tras el parto), la matrona puso sal en el baño, me dijo que me sentara encima y luego me cogió el pecho y me sacó la leche, porque dijo que no la iba a necesitar", cuenta Keen.
Por su parte, Jill Killington tenía 17 años cuando llegó a una 'casa cuna', y ahora rememora el chantaje emocional al que la sometieron. "Me dijeron: 'Sería egoísta que te quedaras con tu bebé cuando podría ser adoptado'", recuerda, al tiempo que denuncia que allí hacen sentir "culpable" a quien se quiere quedar con su bebé.
Hasta 200.000 mujeres solteras de Reino Unido fueron enviadas a estas 'casas cuna'. En una de ellas hay incluso 45 bebés en una fosa común, quienes murieron por no ser "deseables" para la adopción. "Los bebés, probablemente con discapacidades u otras afecciones médicas, no recibieron la atención de maternidad más actualizada", critica Tim Farron, diputado de Westmorland y Lonsdale. Nunca nadie ha pedido perdón a las mujeres que sufrieron estos abusos.