La reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea ha concluido sin ningún acuerdo sobre las medidas para paliar los efectos económicos de la crisis del coronavirus.
Así lo ha anunciado Mário Centeno, ministro de Finanzas de Portugal y presidente del Eurogrupo, en redes sociales, explicando que este jueves se volverán a reunir para continuar con la negociación.
"Después de 16 horas de discusión, aún no hemos llegado a un acuerdo. He suspendido la reunión del Eurogrupo, que continuará este jueves. Mi objetivo sigue siendo crear una fuerte red de seguridad de la UE contra las consecuencias del COVID-19 para proteger a los trabajadores, empresas y países y comprometerse a un plan de recuperación considerable", ha destacado en su publicación.
El ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, ha pedido también en Twitter que todos los Estados miembros estén "a la altura de los desafíos excepcionales" en la próxima cita para "conseguir un acuerdo ambicioso" en un mensaje que comparte con su homólogo alemán, Olaf Scholz."En este difícil momento debemos estar juntos. Por lo tanto, junto con Le Maire, pido a los países de la eurozona que no se nieguen a resolver las cuestiones complicadas y permitan un buen compromiso para los ciudadanos", ha expresado Scholz.
Precisamente, los medios franceses han filtrado parte de la intervención del ministro galo de Finanzas: "Mientras contamos cientos y miles de muertes, los ministros de finanzas juegan con palabras y adjetivos. Es una vergüenza para los ministros de Finanzas, una vergüenza para el Eurogrupo y una vergüenza para Europa. Debemos tener una comprensión común de la gravedad de la crisis y decidir una respuesta conjunta fuerte".
Choque de Italia y País Bajos
Como ya sucedió en la cumbre de líderes de hace dos semanas, la activación del fondo de rescates (el Mecanismo Europeo de Estabilidad, MEDE) y la emisión de deuda conjunta han sido los dos aspectos que han provocadola profunda división entre el norte y el sur de Europa.
Al encuentro llegó un paquete de medidas de emergencia que activarían medio billón de euros en préstamos a través del MEDE (240.000 millones), el Banco Europeo de Inversiones (200.000 millones) y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea (100.000 millones).
Italia cree que el MEDE no es una herramienta adecuada y choca con Países Bajos
Sin embargo, Roma sigue pensando que el MEDE no es una herramienta adecuada para la situación porque las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) han evitado problemas de financiación en los mercados de deuda. Además, rechaza que las líneas de crédito preventivo de este instrumento estén en todo caso vinculadas a algún tipo de condicionalidad.
De esta manera, la posición italiana choca frontalmente con la de Países Bajos, que pretende que el MEDE sea la principal línea de defensa en la crisis y además quiere imponer algunas condiciones para acceder a los créditos del fondo de rescates.
Además del debate sobre el papel del MEDE, el norte y el sur del bloque mantienen su disputa sobre el diseño del plan de recuperación económica a medio plazo. España, Italia y Francia abogan por la puesta en marcha de un mecanismo que pueda financiarse en los mercados a través de deuda europea mutualizada, algo que rechazan Países Bajos, Alemania, Finlandia o Austria.