La tercera ola de coronavirus está sacudiendo al viejo continente. Por ello, desde algunos países, como Francia, Alemania o Italia, que han visto cómo en los últimos días se han multiplicado los casos de coronavirus, la preocupación ha crecido hasta el punto de tomar nuevas restricciones.
De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha alertado de que los contagios de COVID-19 crecen en Europa por tercera semana consecutiva y advierte contra un levantamiento precipitado de las restricciones en los países donde la situación epidemiológica ha mejorado, ya que solo una parte pequeña de la población ha sido vacunada.
La región europea registró la semana pasada más de 1,2 millones de nuevos casos y el número de muertes ha superado ya las 900.000, lo que significa que cada semana fallecen 20.000 personas por el coronavirus en el continente.
La situación es más grave en Europa Central, los Balcanes y los países bálticos, que habían tenido éxito en contener la primera ola y cuya incidencia de nuevos casos, hospitalizaciones y muertes están ahora entre las más altas del mundo.
Francia confina a un tercio de su población
Frente al avance "preocupante" del coronavirus en Francia, impulsado por la cepa británica, el primer ministro francés, Jean Castex, ha anunciado un confinamiento suave de un mes en los 16 departamentos más afectados, incluida la capital, que acogen a 23 millones de franceses, un tercio de su población.
El Ejecutivo ha identificado las zonas más afectadas, donde impone un cierre perimetral: se trata de la región de París, la de Hauts de France, en el norte, los Alpes Marítimos, en la costa Mediterránea, y la Seine Maritime y el Eure, en el noroeste.
Convencidos de que el virus se contagia menos en espacios abiertos, el Ejecutivo apuesta a partir de este fin de semana por permitir en esos departamentos las salidas de los ciudadanos a parques y zonas despejadas en un radio de 10 kilómetros, pero buscará reducir al máximo las reuniones en lugares cerrados.
Para favorecer las salidas al aire libre, que el Ejecutivo considera esenciales para mantener el equilibrio psicológico de la población, el primer ministro anunció que el inicio del toque de queda se retrasará en todo el país una hora, hasta las 19.00.
Francia, que mantiene cerrados los bares, restaurantes y locales de ocio, igual que teatros, museos y cines, desde finales de octubre pasado, extiende la medida en esos 16 departamentos a todos los comercios no esenciales. En total, 110.000 establecimientos estarán cerrados en las zonas afectadas, aunque con la novedad de que librerías y tiendas de discos podrán seguir abiertas.
También se reducirá a la mitad el alumnado de los institutos, aunque las escuelas seguirán funcionando con normalidad, indicó Castex, quien evitó al máximo pronunciar la palabra "confinamiento".
La mitad de Italia se confina hasta el 6 de abril
El latigazo de la tercera ola también se ha hecho notar en Italia, que el pasado 15 de marzo decidió confinar a cerca de 40 millones de italianos el 6 de abril. El presidente de la República, Sergio Mattarella, firmó el decreto con medidas urgentes para afrontar la propagación de la COVID-19, que también fue aprobado por el Gobierno italiano de Mario Draghi.
Así, las regiones de Lombardía, Piamonte, Emilia-Romaña, Friuli-Venecia Julia, Véneto (norte), Las Marcas (centro), Campania, Apulia y Molise (sur) y Lacio, con capital en Roma; y la provincia autónoma de Trento (norte) estarán en la llamada "zona roja", un confinamiento que cierra todos los negocios no esenciales y permitirá salir de casa solo por motivos de salud, laborales o de urgencia, o para hacer deporte si es en las inmediaciones. Además, del 3 al 5 de abril, los tres días más señalados de la Semana Santa, todo el pasará a estar confinado.
Alemania aplica duras restricciones
También Alemania aplica medidas duras ante la gravedad de los datos, aunque el pasado 8 de marzo decidiera flexibilizar algunas de sus restricciones en los servicios no esenciales, que confirmaron su reapertura, mientras en las zonas donde la tasa de contagio se sitúa entre 50 y 100 contagios por 100 000 habitantes en siete días también se ha retomado la actividad de algunos negocios.
Sin embargo, hay otras medidas estrictas: toda la hostelería está cerrada, salvo en los casos de comida para llevar. Los cines, los servicios de atención personal y todos los comercios no esenciales en las zonas por encima de los 100 casos de IA también permanecen cerrados. Junto con eso, mantienen otras medidas comunes en el resto de países europeos, como el uso obligatorio de la mascarilla o la distancia mínima de seguridad. Aun así, también desde el 8 de marzo, se permiten las visitas en domicilios privados de una persona a otra como máximo.
Asimismo, este ha sido el caso también de otros países como Francia o la República Checa, donde se ha experimentado un elevado aumento de los contagios. En el caso del primero, se mantiene la dureza de sus medidas, con el toque de queda a las 18:00 horas, con la hostelería cerrada y los comercios no esenciales abiertos con limitaciones. En el segundo, han pasado en los inicios de marzo una de sus peores situaciones en toda la pandemia.