Después de cuatro días de elecciones en Europa, el Parlamento Europeo se redibuja con una importante presencia de la ultraderecha, que ha llegado a tener implicaciones a nivel nacional en algunos países. Emmanuel Macron ha disuelto la Asamblea y ha convocado elecciones tras unos resultados en Francia que han acabado con la victoria de Marine Le Pen, mientras que el primer ministro de Bélgica ha presentado su dimisión, no tanto por los resultados europeos sino por los nacionales, ya que Bélgica celebraba varios procesos electorales al mismo tiempo. En España, los resultados de las europeas han estado menos escorados a la ultraderecha que en otros países y de la participación se extrae que los bloques de izquierda y derechaapenas se han movido en nuestro país.

Mientras el PP ha celebrado su victoria —con algunos menos escaños de los que le auguraban la mayoría de los sondeos— y el PSOE ha resistido, Sumar ha reconocido no llegar a lo esperado, razón por la cual su líder, Yolanda Díaz, anunció que se echaba a un lado, dejando el liderazgo de la formación que ella misma lanzó hace apenas un año, para las elecciones generales. Mientras, la ultraderecha se ha reforzado: Vox ha pasado de tener cuatro (tres obtenidos en elecciones, uno más sumado tras la salida de Reino Unido de la UE) a tener seis escaños, mientras que Se acabó la fiesta, el partido populista del agitador de extrema derecha Alvise Pérez, ha entrado en la Eurocámara junto a otros dos de sus candidatos.