¿Qué pasará en las elecciones europeas, que culminan hoy con los procesos electorales en 20 de los 26 países de la UE? Habrá que esperar a que se conozcan los resultados, pero los expertos ya están haciendo sus propios análisis: muchos creen que el resultado de las elecciones al Parlamento Europeo tendrá un impacto limitado en la economía de la Unión Europea (UE), aunque sí podría incidir en políticas concretas relacionadas con la energía, el medio ambiente, el ritmo de integración comunitario o la inmigración.
Los comentarios de las gestoras de inversión coinciden en un previsible 'giro a la derecha', con una mayor presencia de diputados de extrema derecha en la Eurocámara, pero precisan que ese factor podría ser compensado por la actuación de la Comisión Europea (CE) y, sobre todo, por la del Consejo de Ministros de la UE. De los primeros países en votar, por ejemplo, los sondeos a pie de urna ya hablan de explosión de la extrema derecha, como ocurre en Países Bajos.
"Las elecciones europeas serán probablemente una continuación del giro a la derecha observado en las recientes elecciones nacionales de Países Bajos e Italia", pronostica John Polinski, de la gestora estadounidense Federated Hermes. "Por primera vez, el Parlamento Europeo podría estar muy influido por los partidos de extrema derecha", avisa Felipe Villarroel, de TwentyFour, entidad de la gestora suiza Vontobel.
Va más allá Nicolas Wylenzek, de la gestora estadounidense Wellington Management. A su juicio, las elecciones europeas "podrían acelerar un cambio en las prioridades políticas de la UE". Según Ben Laidler, de la plataforma de inversión eToro, el previsible giro a la derecha "puede frenar algunas políticas, desde la inmigración a la descarbonización". "Una coalición euroescéptica probablemente se opondría a medidas ambiciosas para hacer frente al cambio climático. La derecha propone normas medioambientales menos estrictas, especialmente en lo que respecta a la política agrícola y a la moratoria de los motores de combustión", explica Polinski.
Villarroel apunta que "los votantes parecen estar menos convencidos de los objetivos climáticos que hace unos años". "Algunos segmentos del electorado creen que las medidas climáticas han ido demasiado lejos", remacha Wylenzek. En su opinión, la UE "mantendrá su apuesta por la independencia energética", pero algunas iniciativas concretas, como el desarrollo del hidrógeno verde, podrían "perder impulso".
La inmigración, desde el Parlamento Europeo
Otro ámbito en el que podría impactar el posible giro a la derecha del Parlamento Europeo es la inmigración. "Es probable que la migración y el asilo adopten un tono más restrictivo", aventura Polinski. "El tema de la inmigración está más arriba en las prioridades de los votantes en muchas geografías, incluida Europa", admite Villarroel.
Wylenzek recuerda que la UE ya ha establecido medidas restrictivas, pero señala que el avance de la extrema derecha "podría dar lugar a un endurecimiento adicional", lo que "restringiría aún más un mercado laboral ya de por sí tenso". El gestor de Wellington Management destaca también el incremento del número de votantes que piensan que la integración europea "va demasiado rápido".
"El progreso en áreas como la unión de los mercados de capitales podría ralentizarse aún más y nuevas propuestas, como la creación de un fondo de defensa común, podrían tener dificultades para ganar impulso", explica. En este punto, Polinski destaca que la nueva composición de la Eurocámara podría dificultar las iniciativas para "mancomunar deuda" y probablemente pondría el acento en la reducción de la deuda pública.
No obstante, los analistas sostienen que los cambios no serán drásticos. "Aunque es muy probable que el eurodiputado medio se mueva hacia la derecha, eso no significa que la macropolítica vaya a cambiar drásticamente", precisa Villarroel. Laidler señala que, pese al avance previsto, los partidos de extrema derecha controlarán únicamente el 25 % de la Eurocámara y recuerda que el Parlamento Europeo "es sólo una de las tres instituciones de gobierno de la UE", junto con la CE y el Consejo de Ministros. (EFE)