Los atacantes -entre una decena y una quincena- forzaron la puerta con un vehículo de obras que se encontraba en las proximidades y accedieron al patio, donde dañaron dos vehículos, una verja y rompieron varios cristales.
Griveaux, en una breve comparecencia ante la prensa, contó que se encontraba trabajando en su despacho -que se encuentra en el Ministerio de Relaciones con el Parlamento, en la calle de Grenelle- y que fue un responsable de la seguridad el que le avisó de que había que salir, lo que hizo con sus colaboradores por una puerta trasera.
Una minoría radical que, de nuevo, oscurece una protesta que estaba siendo pacífica
"No se me ha atacado a mí, sino a la República" y "a la democracia", subrayó el portavoz, que consideró lo sucedido "inaceptable e inadmisible", y manifestó su esperanza de que los autores puedan ser identificados gracias a las cámaras de vigilancia para ser detenidos y "castigados". "No cederemos a los violentos ni a los que piden derrocar al Gobierno", señaló.
Este incidente se produjo en el marco del octavo sábado consecutivo de protestas de los 'chalecos amarillos', con movilizaciones que degeneraron en disturbios en varias ciudades de Francia, en particular en París. Griveaux había lanzado ayer un mensaje de mano dura contra los que siguen participando en las acciones de los "chalecos amarillos", a los que calificó de "agitadores que quieren la insurrección y derrocar al Gobierno" y al presidente, Emmanuel Macron.