"Tendremos inmunidad colectiva en abril". Es el claro y conciso titular del doctor Marty Makary, de la Universidad Johns Hopkins, en un artículo escrito en el Wall Street Journal. En él, explica la importancia de la "inmunidad natural" unida a la llegada de las vacunas.
"La inmunidad natural a una infección previa es mucho más común de lo que se puede medir mediante pruebas", comenta, afirmando que podría haber alrededor de un 55% de ciudadanos americanos con esa inmunidad natural. Si a eso se suma que el 15% de la población ha recibido la primera dosis, explica que el país se encamina a "un nivel extremadamente bajo de infección".
"A medida que más personas se han ido infectando, la mayoría con síntomas leves o nulos, quedan menos estadounidenses por infectarse", agrega antes de lanzar su gran pronóstico: "Con la trayectoria actual, espero que el coronavirus se haya ido en su mayoría en abril, permitiendo a los americanos volver a la vida normal".
Makary cree que la cifra de fallecidos también apunta hacia esa inmunidad natural, que sería "mucho más amplia de lo que se reconoce". Reconoce que, conversando con otros expertos, éstos le aseguran que no hay datos que evidencien la existencia de la inmunidad natural, algo en lo que Makary discrepa.
"La constante y rápida disminución de los casos diarios desde el 8 de enero sólo puede explicarse por la inmunidad natural. El comportamiento no mejoró durante las vacaciones; los estadounidenses viajaron más en Navidad que desde marzo. Las vacunas tampoco explican la fuerte caída en enero", continúa.
El experto insiste en que su predicción se basa en datos de laboratorio, datos matemáticos, publicaciones y conversaciones con expertos. Por último, desvela que algunos de estos expertos le sugirieron que no hablara públicamente de esta predicción porque la población podría relajarse y no seguir las medidas contra el coronavirus. "Pero los científicos no deberían intentar manipular al público ocultando la verdad", zanja.